"Dunkerque"
La web oficial.
El argumento: Año 1940, en plena II Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeadas por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca.
Conviene ver: "Dunkerque" es el definitivo puñetazo en la mesa de Christopher Nolan en el panorama cinematográfico actual con el que propone una experiencia tan realista e inmersiva, como angustiosa y épica desde la emoción más intensa sumergiéndonos en las playas de Dunkerque en la operación de rescate que pudo salvar a más de 300.000 personas de una muerte segura tras el acorralamiento por parte de las tropas nazis de un gran número de soldados británicos y franceses a pesar de contar con muy pocos medios para ello ante las diezmadas fuerzas militares y con la ayuda de barcos civiles a cargo de marineros tan aficionados como implicados en la causa. Nolan propone una experiencia plástica y sensorial en el que lo que importa es el concepto de lo que se cuenta, más que los personajes cuyo desarrollo está más que nada para añadir algunas dosis de emoción humana a la historia ya que ni siquiera precisa de mostrar a un solo nazi para acrecentar la tensión o fomentar la dualidad entre buenos y malos. No es una historia sobre personajes en concreto, con la clásica estructura de inicio, nudo y desenlace, sino sobre la fuerza humana y cooperadora que posibilitó que el empeño y determinación de una serie de hombres, los tan cinematográficos héroes anónimos, contribuyeran cada uno desde su perspectiva y posición a salvar a todos estos soldados fomentando la heroicidad y el compañerismo dejados a su merced por los gobiernos de turno que envían a sus jóvenes a una muerte segura. “Dunkerque” nos presenta una fotografía sobria y aséptica aprovechándose de unos planos en los que Nolan demuestra su dominio no sólo como narrador cinematográfico (parece que no cuente nada pero nos lleva al horror, miedo, angustia y espíritu de supervivencia de la guerra en sólo 107 minutos) sino también como dosificador de un suspense inherente y malabarista técnico con unos planos que parecen rodados directamente desde una nube del séptimo cielo al que su justificado ego y los “nolanistas” le han llevado. La cinta tiene cosas de “Salvar al soldado Ryan” en su parte más espectacular, de “La delgada línea roja” en su puesta en escena y definición de personajes y de “Black Hawk derribado” en su capacidad para ofrecer algo más espiritual que narrativo. Nolan tiene tres escuderos de lujo con la fotografía de Hoyte Van Hoytema, el montaje de Lee Smith y la música siempre presente de un Hans Zimmer que amartilla, golpea y angustia con ese “tic tac” del reloj que suena de fondo y que fomenta la sensación de tensión en momentos como las acciones aéreas o aquellos en que alguno de los personajes queda atrapado o a merced de los acontecimientos en el que es un sonido perfecto como música ambiente del caos, el horror y la fuerza épica. Nolan sale victorioso con una película que no necesita de muchas palabras ni de grandes discursos y es que, incluso en su labor como guionista, sobresale volviendo a jugar con el espacio y el tiempo (tres historias paralelas que llegan a un mismo clímax aunque sean narradas en tiempos diferentes) y en unos personajes que no necesitan de mucha definición para que comprendamos sus motivaciones y el empeño de su lucha (bien sea desde una playa húmeda bañada de sangre con la resistencia de un espigón, una pequeña embarcación civil o desde el aire) destacando a un reparto que, como la película, encaja de manera brillante todas sus piezas; desde los jóvenes Fionn Whitehead, Jack Lowden, Harry Styles o Barry Keoghan a los más experimentados Mark Rylance (con un personaje que conmueve en cada frase y mirada y del que no hace falta saber mucho para comprender su sacrificio y como siente como propia la desventura de estos hombres y como aporta sus sencillos medios frente a un gobierno que no va a poder medios para ayudar más a los suyos), Kenneth Branagh (apuntalado con su aplomo y determinación desde el espigón que será clave en la toma de decisiones de semejante encrucijada), Tom Hardy (uno de los héroes anónimos de la cinta desde el aire) y Cillian Murphy (la prueba de que la guerra deja almas torturadas en los que terminan sobreviviendo). Nolan entra en las páginas de oro del cine bélico y, sobre todo, demuestra su brillantez en todos los aspectos cinematográficos siendo una experiencia con imágenes que se te quedan en la retina; ambiciosa, sensorial y, sorprendentemente, emocionalmente épica por toda la verdad y oficio que rezuma en una experiencia apabullante y absorbente que nos lleva directamente a las playas que dan título a la película y que demostraron que la fe y el espíritu colectivo lleva al hombre a una victoria con la que Nolan sigue acrecentando su leyenda y que, con esta cinta, debería de una vez quitarse todo los prejuicios y tópicos que sus detractores canalizan en su figura. Un punto de inflexión en la carrera de Nolan partiendo de una historia sencilla en toda una experiencia histórica y cinematográfica para los sentidos y para el oficio de realizador que funciona por sí sola sin necesidad de palabras, conocimiento del contexto histórico por parte del espectador, o composiciones de personajes muy elaboradas. La guerra como concepto, como escenario y como caldo de cultivo de los límites físicos, psicológicos, sociales e históricos del ser humano en una cinta que tiene la grandeza de imprimir de intimismo su indudable ambición.
Conviene saber: Christopher Nolan dirige y escribe el que es su 10º largometraje siendo la película más ambiciosa temáticamente de su filmografía.
La crítica le da un NUEVE
Como anécdota para fijarse, el momento en el que se ven edificios modernos en varios planos. Queda muy raro. Estaría bien que alguien investigara por que salen ya que es bastante evidente y me extraña que se les "escapase".
De acuerdo con el comentario de Xan, los edificios modernos son claramente visibles. O máscara digital o máscara real costosísima, o enfocar a otra parte.
Ayer vi la película, me gustó, me pareció bellísima, épica, muy bien filmada, como se espera de Nolan, pero...la historia está algo desordenada, los personajes apenas los conocemos, especialmente al soldado protagonista, las historias paralelas son tantas que cuesta desarrollarlas, la escena de los soldados en la panza de un pesquero aporta muy poco para la atención y tiempo que se le presta, la cámara se pierde en el espacio, a veces cuesta saber a qué costa miramos.
Una vez más me quedo con la impresión de un bellísimo envoltorio con una épica y una filmación y fotografía de lujo, pero con un guión algo cojo para sus pretensiones.
De acuerdo con el comentario de Xan, los edificios modernos son claramente visibles: máscara digital, máscara real de edificios, costosísima, o enfocar a otra parte.
Ayer vi la película, me gustó, me pareció bellísima, épica, muy bien filmada, como se espera de Nolan, pero…la historia está algo desordenada, a los personajes apenas los conocemos, apenas se filma nada en Gran Bretaña ni de como se movilizan los barcos ni quien lo ordena,organiza o pilota, sólo a uno se sigue y tampoco cuenta tanto, la muerte del chico me parece absurda, el soldado protagonista no guía el relato, lo vemos poco, las historias paralelas son tantas que apenas aprofundizan, la escena de los soldados en la panza de un pesquero aporta muy poco para la atención y tiempo que se le dedican, la cámara se pierde en el espacio, a veces cuesta saber a qué costa miramos o donde están los personajes con respecto a otros o al terreno y qué acciones son paralelas.
Una vez más me quedo con la impresión de un bellísimo envoltorio con una gran épica y una filmación y fotografía de lujo, pero con un guión algo cojo que muestra pinceladas del hecho para exhibir épica y fotografía. La historia para mi se queda algo coja para sus grandes pretensiones, que no son otras que las de La la land en 2016, arrasar en los Óscars. Ya veremos si no estamos ante otro semibluff como La la land.