"Diecisiete"
La web oficial.
El argumento: Héctor es un joven de 17 años que lleva dos interno en un centro de menores. Insociable y poco comunicativo, apenas se relaciona con nadie hasta que se anima a participar en una terapia de reinserción con perros. Allí, el chico establece un vínculo indisoluble con una perra, a la que llama Oveja. Pero un día la perra es adoptada y Héctor se muestra incapaz de aceptarlo. A pesar de que le quedan menos de dos meses para cumplir su internamiento, decide escaparse para ir a buscarla.
Conviene ver: "Diecisiete" es una de las apuestas de Netflix para su catálogo en español esta temporada siendo el salto a la plataforma de Daniel Sánchez Arévalo, un realizador que no entiende el cine sin valorarlo como una terapia y como un conjunto de personajes con un marcado carácter entre la camaradería del afecto, el valor de la familia y el respeto a nuestros mayores. Su nueva película nos lleva a la relación de dos hermanos, Héctor e Isma, maltrecha por la separación y sobre todo por los continuos problemas correccionales del menor de edad al que hace referencia el título. Su improvisado afecto por un perro (al que bautiza como Oveja) dentro de las actividades del centro de menores en el que se encuentra les llevará a ambos a una road movie por una Cantabria evocadora para conectar con sus raíces y a comprenderse como no lo han hecho nunca en una carrera contrarreloj en la que la llegada de los 18 años es el momento definitivo de la asunción de responsabilidades, cueste lo que cueste y sin red a la que adherirse. La cinta se erige como la “feel good movie” del cine español este año con una naturalidad que desarma, el humor como ironía y unión y una emoción desbordante. Merece ser un nuevo fenómeno en la carrera de Sánchez Arévalo y es que, aunque los más cínicos reprocharán su humor blanco y descarada intención de conmover forzando algunos aspectos del cine social más común, es necesario que haya apuestas así desde un punto de vista tolerante, reparador y humanista reencontrándose con nosotros mismos y valorando lo que tenemos, lo importante y lo que no se puede perder. Y es que el mensaje de la cinta no es otro que aprender a perder para poder seguir viviendo. El talento, naturalidad y química de estos hermanos encarnados por Biel Montoro y Nacho Sánchez, que van desde la réplica ingeniosa, lo que realmente sienten pero no se atreven a decir, o hasta el humor más facilón (y noventero) por momentos, es el arma de una de las cintas más regulares y redondeadas del cine de un director que, tras muchos cortos durante este tiempo y quedar finalista del Premio Planeta en 2015, ha estado fuera de la industria durante seis años.
Conviene saber: Daniel Sánchez Arévalo presenta su nuevo largometraje seis años después de “La gran familia española” (2013). La cinta compitió en la sección oficial fuera de concurso en el Festival de San Sebastián 2019.
La crítica le da un SIETE