"Camino a la libertad"

La web oficial va directa al grano. Cartel promocional de fondo y división en biografías de los actores, galería, críticas y trailer. Se lo podrían haber currado más.

El argumento: Aprovechando una ventisca nocturna para cubrir sus huellas, siete prisioneros, atrapados en el reinado de terror de Stalin, escapan de un gulag soviético en Siberia en 1940. Ahora son hombres libres aunque, casi con certeza, acaben muertos... pues la larguísima caminata que les aguarda hasta llegar a lugar seguro desafía toda probabilidad razonable de una resolución feliz y el terreno que habrán de atravesar es implacable. Con escaso equipo, sin comida, y sin certeza alguna de su posición ni de la dirección que deberían seguir, emprenden un viaje que los obligará a afrontar grandes penalidades y situaciones dramáticas. Empujados por sus instintos animales más básicos, supervivencia y miedo, pero dependiendo a la vez de rasgos humanos más evolucionados, compasión y confianza, el grupo sufrirá experiencias que los transformarán, profundas y atroces, angustiosas y eufóricas. Se rigen en todo momento por un principio inapelable: seguir adelante, seguir adelante, seguir adelante...

Conviene ver: "Camino a la libertad" es el recorrido de unos prisioneros que escapan de un gulag soviético en la Siberia de 1940. La película es toda la travesía hacia la libertad definitiva. Una cinta sobre la supervivencia y la lucha por el bien más preciado, el ser libre. Todo eso le da un carácter de epopeya continuo que la hace demasiado heroica en algunos momentos. Eso si, se nota la buena mano de Peter Weir que, si bien se detiene en algunos episodios más irregulares, maneja bien la historia y el desarrollo del film. El arranque es perfecto. Una vez comenzada la huida, la búsqueda del camino nos deja detalles como la búsqueda de los puntos cardinales, el paso en el lago helado o la búsqueda incansable de agua. Una película en la que, como si fuera un documental de National Geographic, queda patente el contraste entre hombre y naturaleza. El problema es que el paisaje queda demasiado bonito y lucidor, gracias a una gran fotografía, para que suframos con los protagonistas la penuria que es su camino. Una cinta que basa toda su fuerza en el mensaje más que en la intensidad o la profundidad de la historia o los personajes. Una cinta de aventuras bien hecha, algo mecánica y repetitiva, en la que los actores cumplen, pero que siendo una buena película todavía podría haber sido mucho mejor teniendo en cuenta que es Peter Weir quien la dirige.

Conviene saber: Peter Weir vuelve a la dirección siete años después de “Master & Commander” en esta adaptación de las memorias de Slawomir Rawicz publicadas en 1955. Rawicz, en realidad, no se escapó sino que fue liberado.

La crítica le da un SIETE