"Calle Cloverfield 10"

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El argumento: Una joven sufre un accidente de coche. Cuando despierta se encuentra encerrada en una celda bajo tierra, secuestrada por un hombre extraño que dice haberla salvado del día del juicio final. El excéntrico captor asegura que el exterior es inhabitable por culpa de un terrible ataque químico, algo que no sabe si creer. Es así como comienza su pesadilla, en una espiral de desconocimiento. La mente del criminal es infranqueable, y ella tendrá que intentar analizar a su enemigo para conseguir sobrevivir.

Conviene ver: "Calle Cloverfield 10" es una sorprendente ópera prima que reinventa el género de terror y de reclusiones en una especie de “Misery”, “Take shelter” y “La habitación” pasado por el tamiz de Hitchcock o "En los límites de la realidad". Una proeza que con tan pocos medios la cinta sea sugerente, estimulante y atractiva manteniendo la tensión de manera austera y manteniendo el misterio de lo ocurrido hasta el último momento aprovechando los espacios de ese zulo subterraneo. Y es que lo que da más miedo no son los monstruos ni las apariciones, algo que se ha explotado hasta la saciedad, sino la propia paranoia humana en la sociedad del miedo que aspavienta el casi candidato republicano a las próximas elecciones USA Donald Trump. Un inteligente ejercicio de guión lleno de suspense y oficio en el que el bunker no sólo es síntoma de la claustrofobia de la protagonista sino también de una sociedad angustiada por el pánico y la sensación de no estar seguro en ningún momento, algo a lo que ayuda la música de Bear McCreary. La estrella de la función es un John Goodman que brilla en sus silencios e intriga en sus actuaciones y que se aprovecha de su corpachón en una interpretación entre lo inquietante y lo entrañable permitiéndose en ocasiones de actuar como revulsivo cómico a pesar de lo poco que sabemos de las motivaciones de su personaje, un granjero paranoico impredecible. Posiblemente la mejor interpretación de un actor que siempre lo da todo y que es grande en todos los aspectos. Está bien acompañado de Mary Elizabeth Winstead (¿salvada o secuestrada?) y John Gallagher Jr. en una de las sorpresas del año (que demuestra que una gran película puede surgir de la nada en una época de saturación informativa) que sólo patina con un final que desmerece un poco en comparación con el resto de la película.

Conviene saber: Vendida como una especie de secuela indirecta o spin-off de "Monstruoso" (2008), la cinta mantiene el espíritu de aquella y supone el debut de Dan Trachtenberg en la dirección.

La crítica le da un SIETE