"Birdman"

La web oficial.

El argumento: Después de hacerse famoso interpretando a un célebre superhéroe, un actor trata de darle un nuevo rumbo a su vida, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway.

Conviene ver: "Birdman" es un ejercicio cinematográfico de altura en el que Alejandro González Iñarritu se confirma como gran director (si no lo era ya) tras su “trilogía del dolor” y su deprimente “Biutiful”. Un homenaje a los miedos e inseguridades de la profesión de actor, un gremio lleno de juguetes rojos, de aspiraciones frustradas y de ídolos caídos tanto a nivel personal como profesional. Todo en la figura de un excelso Michael Keaton que borda un papel metacinematográfico que supone su resurrección artística y que recuerda mucho a su carrera, algo que también les ocurrió a dos ilustres nominados al Oscar de hace unos años como Bill Murray y Mickey Rourke. Una cinta sobre los entresijos del teatro y los sobredimensionamientos de ego que técnicamente es compleja aprovechando un ficticio plano secuencia permanente que pone a la historia en permanente ritmo entre bambalinas precisando de la elipsis de manera muy acertada cuando es utilizada. Muy entretenida y potenciando la risa amarga, es una cinta salvaje que abandona corsés y convencionalismos jugando con los límites del cine como arte y comunicación. El guión funciona y engancha, a pesar de ser algo reiterativo en algunos momentos, haciendo que de la sensación de corta gracias también a un buen dibujo de personajes al que los actores prestan lo mejor que tienen. Y es que Edward Norton y Emma Stone también están magníficos, así como Amy Ryan aportando dulzura, el primero como actor infantiloide y narcisista, apodado como "el mejor de su generación", y la segunda como hija asistente y drogata que dice las cosas claras, siendo las escenas entre Keaton y Norton lo mejor de la película, así como cuando aparece en escena el mercantilismo de los productores o la influencia de la crítica a la hora de contribuir a ese vaivén de emociones que viven estos personajes interiormente frágiles. El distendido guión, cómico pero de clara bajada a los infiernos sin abandonar nunca un tono decadente pero fresco, la lucidora fotografía de Lubezki y la constante música de Antonio Sánchez, que se adentra como un hormigueo en la mente del protagonista mientras las cámara les sigue, culmina las buenas sensaciones de una propuesta sobre este mundo de individualismo depresivo en el que estamos inmersos. Una cinta bien ensamblada, directa y llena de alicientes y subtextos que merece descubrir y que se sumerge en ese fascinante mundo del teatro dentro del teatro como en “Eva al desnudo”, “Opening night” “¡Qué ruina de función!” o “Illuminata”. Sin duda, el trabajo más redondo del director mexicano gracias a su estimulante, fulgurante y frenética pulsión a la hora de ser presentada al respetable. Como el propio protagonista, el director parece desligarse del pasado e inicia aquí un nuevo punto de inflexión en su carrera.

Conviene saber: 13 nominaciones a los Critics´Choice, 10 a los Bafta, 7 a los Globos de Oro y 4 al SAG vanaglorian el expediente de la película.

La crítica le da un OCHO