"Bajo la misma estrella"

La web oficial.

El argumento: Hazel y Gus son dos extraordinarios adolescentes que comparten un ácido sentido del humor, un desprecio por lo convencional y un amor que les arrastra (y a nosotros con ellos) hacia un viaje inolvidable. Su relación es incluso más increíble si tenemos en cuenta que se han conocido y enamorado en un grupo de apoyo a personas con cáncer.

Conviene ver: "Bajo la misma estrella" es un drama romántico juvenil en el que no puede haber mejores mimbres. Una novela de éxito convertida en bestseller, una actriz al alza a la que Hollywood quiere encumbrar como nueva estrella, el director de la muy apreciable "Un invierno en la playa" y los guionistas de “(500) días juntos” y "The spectacular now". El resultado es más que satisfactorio armando una buena historia con personajes cuidados y bien interpretados que desbordan humanidad y emoción para una historia lacrimógena que no insulta al espectador gracias a estar tratado de manera elegante e inteligente siendo muy fiel a la novela que adapta. Una historia de amor fresca que desmonta tópicos sobre las historias sobre el cáncer y que presenta a una pareja de humanos real (¡ya estamos hartos de vampiros y zombis!) irradiando encanto y sin renunciar al humor tratando en el fondo sobre el primer amor, sentimiento que acaba dominando frente a la compasión ante la enfermedad y que la pareja lleva siempre al punto de equilibrio exacto con escenas entre ellos muy sentidas e intimistas. En definitiva, una película más sobre la ilusión por vivir que sobre el dolor de la muerte (aunque sí que trata con madurez como enfrentarse a ello) y que sigue una tendencia que el cine ha tratado en la mítica "Love story" o en la más plana “Un paseo para recordar”, con la que esta cinta tiene también muchas similitudes, así como con la más reciente “La decisión de Anne”. Si vas sin prejuicios de escéptico y antiromántico trasnochado se disfruta sobremanera (si además vas acompañado de pañuelos) y, aunque siguiendo el referente literario busque la lágrima, la relación está tan bien construida y cuidada de manera honesta desde el guión que poco se puede objetar. Shailene Woodley es el alma de la película, angustiada por su derecho o no a amar y por el trauma de que la enfermedad pueda poner fin a su vida en el mejor momento, mientras siente también la carga del dolor de unos padres que sufren el drama en silencio. Llora, sufre y ríe y en ningún momento parece estar actuando demostrando una gran contención y matices confirmando ese talento que demostró en "Los descendientes". Un personaje difícil con el que ella eleva la película. Ansel Elgort ofrece un personaje encantador lleno de carisma complementando una entrañable pareja (los dos vienen de "Divergente") y también destacan los momentos de los secundarios encarnados por los padres de ella (Sam Trammell y Laura Dern), Nat Wolff (ya en el anterior trabajo del director) y un escritor al que admiran (Willem Dafoe construyendo un personaje arquetípico pero recordable) que hará que lleven a cabo un inolvidable viaje a Amsterdam en el que descubrirán muchas cosas. Una película bonita e intensa emocionalmente que se aleja de bobadas románticas para contar una historia de la verdad, en las que el amor y la vida también puede doler con una banda sonora llena de elecciones muy apropiadas que acompañan certéramente a la cinta. Ligera en apariencia por su carácter juvenil y venir tras la senda del éxito literario pero, en realidad, un drama romántico modélico y más que efectivo que celebra la vida, el amor y las personas que acaban apareciendo en una existencia que sin ellas no valdría la pena vivirla haciendo, además, de la sutilidad virtud.

Conviene saber: Josh Boone adapta el éxito literario de John Green en una película que logró ser número 1 en la taquilla USA. Scott Neustadter y Michael H. Weber siguen siendo guionistas de referencia en la actualidad a la hora de armar este tipo de historias.

La crítica le da un SIETE