Espresso: Chaplin quiso ser Napoleón
Querido primo Teo:
Encarnó a un ridículo Adolf Hitler en la inolvidable “El gran dictador”, pero su verdadero sueño era convertirse en un Napoleón pacifista. Charles Chaplin preparaba una película sobre el emperador francés que nunca llegó a realizarse, según las pruebas que se han descubierto en la cinemateca de Bolonia. Allí, han aparecido cientos de páginas con apuntes sobre la película de Napoleón que Chaplin planeó, pero que nunca llegó a dirigir y protagonizar. Y la gran cantidad de “apuntes, estructura de las escenas, contratos” y detalles técnicos del rodaje de la cinta que jamás llegó a rodarse demuestran que para el actor de “El gran dictador” era más que un simple proyecto, un verdadero sueño.
La autora del estudio que ha descubierto la fascinación de Chaplin por Napoleón, Cecilia Cenciarelli, presentará sus conclusiones próximamente en la cinemateca de Bolonia, donde, según informaciones de Il Corriere della Sera recogidas por Europa Press, la familia de Chaplin depositó en su día los archivos personales y filmografía del mítico actor.
Según Cenciarelli, en un principio, la idea de la película situaba a Napoleón en su campaña en Italia y narraría en parte su amor por Giuseppina Beauharnais. Sin embargo, al inicio de los años 30, después de un viaje de 16 meses por medio mundo que le puso en contacto con las ideas de Gandhi, Churchill o Einstein, entre otros, y en medio de una gran tensión en Europa, la idea de la cinta cambió completamente.
Con esa conciencia política pacifista, Chaplin alumbra un emperador que toma conciencia de los desastres de la guerra que él mismo ha provocado. Un Napoléon pacifista. Así, después de ser exiliado en Santa Elena, el hombre que hizo temblar a toda Europa regresa a Francia y allí puede comprobar el estado en el que ha quedado el país debido al hambre y la miseria de la guerra.
Para ganarse la vida, Napoleón se convierte entonces en un profesor de Historia que alecciona contra las grandes empresas que él mismo emprendió durante su reinado. Sin embargo, la historia de Chaplin volvía a dar un vuelco de guión y presentaba a Napoleón retomando el mando de los ejércitos para hacerse de nuevo con el poder. Un poder que, según los apuntes de Chaplin y al igual que en la Historia, el destino le volverá a arrebatar.