Woody Allen, el asturiano

Querido diario:

Woody Allen debe de preguntarse si en su próxima reencarnación será francés, inglés o asturiano, pero sea como sea, su escudo de armas tendrá un clarinete rampante y el lema: "si esta no les gusta,  acabo de terminar otra". Esto lo dice con frecuencia y lo ha dicho esta noche en la casa de cultura de Avilés, invitado por los movedores de las actividades del centro Niemeyer. Mientras los doscientos invitados veían entregados la película, Woody se largaba a cenar a su restaurante favorito de la ciudad, el Tataguyo, que es como decir el abuelo. Woody es un abuelo por fuera pero sigue vivo por dentro. Sólo un  vivo puede sumar 45  películas y seguir andando por la calle con normalidad. Por allí andaban dos psicos, Ferran y Bárbara, que siguieron a Allen en sus presentaciones asturianas. Y esto me han metido por la gatera de mi celda...

“Woody Allen parece cansado. La forma de andar, la cara descolgada. O hoy lo estaba circunstancialmente. No lo puedo asegurar puesto que ha sido la primera vez en mi vida que lo veía en persona. Quizás una mala noche. O aún mejor, una buena noche. Al menos, me parecía cansado. Aunque en realidad lo que me ha parecido es agotado. No físicamente sino algo más profundo. Relacionado con la película que presentaba, su nueva película: “Conocerás al hombre de sus sueños”. Debo admitir que no soy el mayor fan de Woody Allen. A pesar de ello reconozco que me gustan algunas de sus películas. También admitiré que seguramente sea sólo mi impresión posterior al  visionado de “Conocerás al hombre de tus sueños”, pero sinceramente no creo que Woody Allen esté profundamente satisfecho con este trabajo. Como bien dice un amigo, habría que preguntarse o preguntarle, qué parte de la motivación en hacer una película al año en Europa se basa en la perspectiva de una posterior visita a nuestras tierras. Realmente me he quedado con las ganas de poder preguntarle esto y algo más, pero tengo que decir que me da la sensación que el periodismo ha muerto por falta de periodismo. Es difícil echar en falta algo que no se ha vivido, pero en mi imaginación antes de acudir a la premiere y a la presentación de la película, nadaba la imagen de una entrevista personal con Woody Allen y algunos de los actores o actrices protagonistas. En realidad, la imagen que nadaba era entrevistar cara a cara  a Naomi Watts, pero tendré que esperar a otra ocasión.

Volviendo a la presentación, Allen ha aparecido acompañado de Lucy Punch y Gemma Jones como escuderas. No he querido preguntarle al señor Allen en público si estaba satisfecho con el resultado de “Conocerás al hombre de tus sueños”. ¿El por qué?. Primero porque no sabía como hacerlo sin que pudieran ofenderse Lucy Punch y Gemma Jones, cuyo papel me parece como mínimo respetable a pesar de los tópicos con que les ha tocado lidiar. Segundo, porque la atmósfera reinante en la rueda de prensa me lo ha impedido. Decía que el periodismo ha muerto porque la sensación que me produce el acto es que en vez de una rueda de prensa parecía una reunión de club de fans. Se adormece la conciencia crítica cuando se está en una situación así.

También decía al principio que Woody Allen está cansado. En el fondo no lo pienso. A pesar de su pose de pobre hombre con las manos en el bolsillo en el photocall (pose Allen, podría llamarse) y de la voz cansada a la hora de responder las preguntas, he creído vislumbrar un brillo en sus ojos cuando ha comentado en dos ocasiones que había acabado hace un par de días el rodaje en Francia de su próxima película. Habrá que esperar un año para ver si ha sido producto de mi imaginación o si en realidad nos vuelve a sorprender gratamente.”

Ferran Marí (Texto) // Bárbara Gil (Fotos)