Venecia 2019: La majestuosa Gong Li, el debut en inglés de Ciro Guerra y la búsqueda de la reválida de Roy Andersson marcan el tramo final de la 76ª edición
Querido primo Teo:
En unas horas conoceremos el palmarés de la 76ª edición del festival de Venecia. Entre los títulos que más suenan entre las apuestas figuran “Historia de un matrimonio” de Noah Baumbach, la italiana “Martin Eden” de Pietro Marcello, que gustó más a la prensa europea que a la internacional, y la checa “El pájaro pintado” de Václav Marhoul que a pesar de la polémica que la ha rodeado ha encontrado defensores apasionados. Esta última ha sido sin duda alguna la cinta que ha generado mayor controversia de esta muestra por ser un relato de tres horas que exhibe lo peor de la condición humana durante la Segunda Guerra Mundial y todo ello bajo el prisma de un niño, algo que se hizo realmente insoportable para un buen número de espectadores que optaron por abandonar la proyección. A estas alturas no se es capaz de medir quién ha sufrido más bajas si el propio certamen que ha ido viendo cómo mermaba su número de acreditados conforme se iba acercando el Festival de Toronto o los pases en donde se proyectaba “El pájaro pintado”.
Con la competencia mediática del Festival de Toronto la Mostra apenas ha podido encontrar un momento en el que lucirse. En la recta final no ha habido un título como “El luchador” de Darren Aronofsky que fue la última de las competidoras que se vieron en la edición del 2008 y que nadie cuestionó cuando se alzó con el León de Oro, pero sí que se han visto títulos muy reseñables. Entre ellos sin duda alguna está “Sobre lo infinito” en donde el sueco Roy Andersson busca su segundo León tras el conseguido con “Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia” en el año 2014. Fiel a su sello personal se ha inspirado en “Las mil y una noches” presentando una colección de historias que resumen las diferentes etapas de la vida de un ser humano. Una comedia con la que el cineasta sueco ha encandilado a la crítica gracias a un humor absurdo y buenas dosis de misantropía y sobre todo por una cuidadísima puesta en escena; ya que cada plano puede ser entendido como una obra pictórica en movimiento, de hecho Andersson se toma casi una década con cada proyecto por este motivo.
Una de las sorpresas del último tramo de Venecia 2019 ha sido la australiana “El glorioso caos de la vida” que supone el primer largometraje como directora de la actriz Shannon Murphy. Un drama protagonizado por una adolescente con una enfermedad terminal que descubre el amor de manos de la persona menos indicada, un traficante de drogas. La protagoniza Eliza Scanlen (descubierta a nivel internacional por la miniserie “Heridas abiertas” y que es una de las “Mujercitas” de Greta Gerwig) y le acompaña el siempre impecable Ben Mendelsohn. La crítica anglosajona la ha defendido a toda costa, por considerarla una “feel good movie” narrada de una manera muy delicada, y a la internacional le ha parecido un telefilm con ínfulas de cine de Jane Campion.
Se esperaba mucho de “Esperando a los bárbaros”, el debut en inglés del colombiano Ciro Guerra, que con “El abrazo de la serpiente” llegó a los Oscar. El film protagonizado por el oscarizado Mark Rylance, Johnny Depp y Robert Pattinson, adapta la novela de Coetzee que se centra en un magistrado británico destinado en una pequeña ciudad colonial que comienza a plantearse su lealtad al imperio. Ha dividido mucho más de lo que se podía imaginar a juzgar por los aplausos cosechados durante su proyección, si bien se valora su mensaje antiimperialista (da tanto a quién usa la violencia como a quién se ayuda del paternalismo para conquistar un territorio), y la portentosa interpretación de Mark Rylance, ha sido considerado como un paso atrás en el talento de Guerra ya que en alguien que se ha caracterizado en su imaginativa y lirismo se ha quedado muy corto en el universo de Coetzee.
Más que un Johnny Depp pasado de vueltas la estrella de los últimos días ha sido la actriz china Gong Li, la protagonista absoluta de “Saturday fiction”. La inolvidable musa de Zhang Yimou parece inmune a los efectos del paso del tiempo y su presencia en la gran pantalla se hace de rogar. En el film dirigido por Lou Ye encarna a una actriz que colaboró como espía con los aliados durante la Segunda Guerra Mundial y descubre que la base de Pearl Harbor va a ser atacada por los japoneses. Un thriller que en sí no ha despertado grandes pasiones pero que sí que se ha convertido en otro vehículo de lucimiento perfecto para una intérprete majestuosa.
En el apartado de grandes decepciones la palma se la lleva el francés Robert Guédiguian que con “Gloria mundi” apenas ha convencido a la prensa. Sigue en su línea de mostrar a la clase obrera de Marsella, en esta ocasión los protagonistas son los miembros de una familia que acogen el nacimiento de una niña en un momento de serias dificultades, pero en esta ocasión la sutileza brilla por su ausencia. Peor le ha ido a Atom Egoyan que con “Guest of honour” buscaba una oportunidad de ser perdonado por la crítica (no le pasa con los festivales que siempre le guardan un hueco en su selección) y esta relación entre un padre y una hija que acaba de ser acusada de abusar sexualmente de uno de sus alumnos ha parecido un sinsentido.
Mary Carmen Rodríguez