Venecia 2014: Los estragos de la mafia familiar, especulación inmobiliaria y el nuevo disfrutable enredo de Peter Bogdanovich
Querido primo Teo:
La tercera jornada del Festival de Venecia estuvo llena de contrastes. Se presentaban dos películas de la sección oficial, ambas centradas en crisis personales y familiares, pero desde dos puntos de vista opuestos. Como opuesta ha sido la recepción de las cintas.
La italiana “Anime nere”, de Francesco Munzi, plantea una crisis desde dentro hacia fuera; el como un acto realizado por un miembro de una familia puede desencadenar una tragedia que afecta a otras familia y a una comunidad. El drama, que intenta desmitificar a la mafia calabresa, está basado en una novela de Gioacchino Criaco, y plantea el enfrentamiento entre clanes como el fruto de diferencias mucho más íntimas, las de esos tres hermanos que tratan de preservar sus estilos de vidas. En la cinta, Luigi (Marco Leonardi), el más joven, es un traficante internacional de droga; Rocco (Peppino Mazzotta), burgués y emprendedor gracias al apoyo del primero, y Luciano (Fabrizio Ferracane), el mayor, vive aislado en la montaña, ocupándose de la huerta y las cabras. El enfrentamiento de Luciano con su hijo mayor acabará involucrando a Luigi y a Rocco y, por extensión, a sus familias.
La recepción del film ha sido muy positiva. Comparada con “Gomorra” y “El padrino”, la cinta de Munzi se sitúa como la posible "película italiana" del certamen, a la espera de que lleguen "Hungry hearts", de Saverio Costanzo y "Il giovane favoloso", de Mario Martone. En el guion de la película colaboró Maurizio Brauccim (guionista de “Gomorra”), responsable también del guion de “Pasolini”, la película que presentará a concurso Abel Ferrara.
Por su parte, la norteamericana "99 homes", de Ramin Bahrani, nos habla de cómo una crisis externa afecta a una familia en concreto. Protagonizada por Andrew Garfield y Michael Shannon, la película muestra el impacto de la especulación inmobiliaria y los desahucios, centrándose en la vida de un joven que ha perdido su casa y que, en un intento de recuperarla, se pone a las órdenes de quien se la ha arrebatado, desahuciando a otros. La crisis financiera e inmobiliaria vista de la parte más débil, aquellos que han perdido su hogar.
La película fue rodada en Florida y logra enturbiar la luz de ese sol tan característico del estado norteamericano, símbolo del auge y desplome de todo el sistema de hipotecas basuras. Sin embargo, y a pesar de exponer un tema tan candente, la película tuvo una acogida más bien fría, destacándose la interpretación de Shannon, pero señalando el lastre que un guion irregular le supone a la cinta.
Sin embargo, el protagonista de la jornada fue Peter Bogdanovich. El director presentó fuera de concurso “She's funny that way”, protagonizada por Owen Wilson, Imogen Poots y Jennifer Aniston. La película, con un guion fresco y una realización impecable, está producida por Wes Anderson y Noah Baumbach. Además de la buena acogida de la cinta, la presencia de su director ha traído la nostalgia por un tipo de cine que, aunque no ha desaparecido, es más difícil de encontrar. Un cine basado en actuaciones y en guion, y que el propio Bogdanovich echa en falta. "No me gusta morder la mano que no me da de comer pero desafortunadamente Hollywood ha ido en la mala dirección con tantas precuelas, secuelas y superhéroes", sentenció. Su vuelta a los orígenes, a las comedias de enredos y diálogos rápidos y ocurrentes, no ha podido obtener mejor recepción.
El documentalista Frederick Wiseman fue homenajeado con un León de Oro honorífico.
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