Venecia 2012: La críptica “The master” desconcierta y apabulla
Querido Teo:
"The master" era el plato fuerte de esta edición de Venecia y así se ha demostrado desde primera hora de la mañana con interminables colas que ni los gondoleros más veteranos del lugar recuerdan. Y es que la nueva película de Paul Thomas Anderson viene rodeada desde los inicios del proyecto de una gran aureola de expectación, aupada por los desconcertantes avances y por el culebrón de su inclusión final entre las películas a concurso. Con un tridente más que efectivo como Joaquin Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy Adams, además de unas pizcas de polémica por el paralelismo de esta historia con los orígenes de la Iglesia de la Cienciología, “The master” se ha convertido en la película acontecimiento de este Festival y en una de las favoritas para los Oscar.
A pesar de que en ningún momento se hable de la Cienciología en la película, muchos paralelismos se encuentran entre el personaje de Lancaster Dodd (encarnado por Seymour Hoffman) con L. Ron Hubbard, impulsor de este culto. La historia se centra en la década de los 50 en Estados Unidos cuando un intelectual carismático forma una organización religiosa que comienza a hacerse muy popular en el país. Un vagabundo borracho y desquiciado llamado Freddie se convertirá en la mano derecha de Dodd pero, conforme la secta triunfa, este personaje comienza a plantearse una serie de dudas que cuestionan las actuaciones de su mentor y lo que proclama. Sin duda, al margen de la Cienciología o no, un mensaje contra el peligro de los fanatismos y de los populismos baratos a cargo de gente carismática pero mediocre. Y es que la cinta deja una frase bastante contundente: "Por definición, la buena ciencia admite las diferencias de opinión, si no, estarás abocado a la voluntad de un solo hombre, es decir, a la base del culto".
“The master” ha confirmado en Venecia (tras su primer pase sorpresa en Santa Mónica hace unas semanas a los que continuaron en Chicago, Nueva York o San Francisco) el estilo del director Paul Thomas Anderson. Cine grandilocuente, sólido en su armazón y en sus diálogos, y con vocación de perdurar y de mejorar en segundos visionados y reflexiones reposadas. Una obra maestra críptica con referencias oníricas presentada en 70 mm, difícil de definir, y con un gran poderío visual que desconcierta y apabulla a la vez que deja alucinado al espectador por un conjunto de partes brillantes que, según opiniones, para algunos genera una película legendaria que confirma la madurez de Thomas Anderson como director mientras que para otros no llega al nivel de sus anteriores cintas. Eso sí, se destacan las portentosas interpretaciones de Phoenix, que se permite un recital no exento de histrionismo enfermizo, y Seymour Hoffman (algo que no sorprende y con lo que ya se contaba) que elevan el conjunto de la película en una lucha entre el hombre y su carencia de fe, así como los traumas de una guerra, en un protagonista dolorido, perdido y deambulante. Gran cine, pero ¿quizás demasiado críptica y desconcertante para convencer a los académicos y ser una favorita al Oscar?. Los Weinstein tienen mucho trabajo por delante para convertirla en la preferida de los votantes. De momento, “The master” aúna ese prestigio crítico y de autor propio de Paul Thomas Anderson que la convierte en una gran opción para el León de Oro.
Tan críptica como la película ha sido la rueda de prensa de la misma con un Philip Seymour Hoffman desaliñado y con gorra de béisbol, Paul Thomas Anderson contestando las preguntas sobre las relaciones entre la Iglesia de la Cienciología y el culto que muestra en su película y Joaquin Phoenix ido como si estuviera en modo "I´m still here" que no ha parado de fumar y que no ha contestado preguntas. Necesita un asesor de imagen y un psiquiatra si quiere tener fortuna en la carrera de premios. Los Weinstein ya están en ello.
La gran perjudicada de la apabullante presencia de “The master” es la otra película a concurso de la jornada, “È stato il figlio” de Daniele Ciprì. Es la adaptación de la novela homónima del escritor Roberto Alajmo, ambientada en la ciudad siciliana de Palermo, sobre la familia Ciraulo, que vive humildemente en un barrio empobrecido. Una cinta costumbrista y familiar con Toni Servillo a la cabeza y heredera del espíritu de la comedia italiana en su primera parte derivando en un drama cuando la hija del protagonista es asesinada por la Mafia. Italianada menor y tópica que ha pasado muy desapercibida tanto por su calidad como por el hecho de que los focos miraban hoy para otro lado.
La imagen de la jornada. Paul Thomas Anderson se arrodilla ante Harvey Weinstein. ¡A ti me amparo!.
Nacho Gonzalo
¡Qué ganas de verla!