Una sombra sobrevuela la figura de Arthur Conan Doyle 80 años después de su muerte
Querido Teo:
Se cumplen 80 años de la muerte de Arthur Conan Doyle, el creador de uno de los grandes símbolos de la literatura de intriga: Sherlock Holmes. Como en todas estas efemérides es tiempo de recuerdo y también de lanzar rumores y leyendas urbanas. La más reciente, y fundada, la de que Conan Doyle no es realmente el autor de “El perro de los Baskerville”, una de las grandes historias (y más imitadas) con Sherlock Holmes como protagonista. Hace un tiempo apareció la noticia de que funcionarios de Scotland Yard investigaban la muerte hace más de un siglo de Bertram Fletcher Robinson. ¿El principal sospechoso?. Arthur Conan Doyle. ¿El móvil?. Apropiarse de la obra que Fletcher había escrito y Conan Doyle plagiado. De acuerdo con la investigación, Sir Arthur copió la novela “El perro de los Baskerville” y, posteriormente, envenenó a su verdadero autor para evitar ser acusado de plagio. Por si esto no fuera suficiente, parece ser que Conan Doyle no actuó en solitario en el asesinato de su amigo Bertram Fletcher Robinson, sino en colaboración con la esposa de éste, Gladys, con la que mantenía una apasionada relación. La acusación aparece formulada en un manuscrito de 446 páginas titulado “La casa de los Baskerville”, fruto de 11 años de investigación a raíz de las pesquisas del psicólogo jubilado Rodger Garrick-Steele.
Garrick-Steele comenzó su trabajo detectivesco cuando una fotografía tomada en 1865 representando a Conan Doyle de niño, que se encontraba colgada de la pared del cuarto de estar, comenzó a caer repetidamente al suelo sin que hubiera ninguna razón aparente que lo explicase. Pensó que a través de aquella señal alguien le quería decir algo. Así comenzó una investigación que le llevó a concluir que la génesis de “El perro de los Baskerville” se encuentra en un libro escrito por Robinson un año antes, en 1900, titulado “Una aventura en Dartmoor” . Garrick-Steele ha sacado a la luz este libro, cuyas similitudes con el trabajo de Conan Doyle son sorprendentes: "Debió ser extremadamente amargo para Robinson ver como su amigo se aprovechaba de su trabajo mientras que el nombre de su jardinero, Harry Baskerville, aparecía en la portada con letras de oro". Y es que nunca se ha ocultado que la inspiración para Conan Doyle provino de sus estancias junto a su amigo en la localidad de Ipplepen, lugar en el que transcurre la acción de la historia.
Conan Doyle venía de haber asesinado literariamente a su personaje más popular, el detective de Baker Street. En 1893 caía por un acantilado suizo a raíz de una disputa con su archienemigo, el doctor Moriarty. Conan Doyle, a pesar de las presiones de sus lectores y editores, no parecía dispuesto a recuperar a un personaje que le había eclipsado como autor. Eso hasta el momento de que su amigo le diera a leer la novela escrita por él y protagonizada por el personaje que había inmortalizado el autor. ¿Cómo iba a llevarse Robinson la gloria de la resurrección de un personaje creado por otro?. La mujer de Robinson, Gladys, frustrada ante la imposibilidad de tener hijos con Bertram, comenzó una relación con Conan Doyle cuando éste estaba casado con Louise Hawkins, aquejada de tuberculosis y que provocaba continuas épocas de reclusión en su casa. Según las cartas en poder de Garrick-Steele, todo parece apuntar que a los dos les interesaba deshacerse de Robinson. Teniendo en cuenta los conocimientos de Conan Doyle en materia médica (estudió la carrera de medicina y en él está inspirado el personaje de Watson) no cuesta pensar que un veneno pudo ser la causa del fatal desenlace como así apunta el investigador ante los conocimientos en la materia de Conan Doyle. Robinson murió a los 36 años el 21 de enero de 1907, oficialmente de tifus, siendo enterrado en Ipplepen. Garrick-Steele cree que aún hoy una autopsia revelaría la verdad. Ya ha iniciado gestiones para obtener permiso para la exhumación del cadáver: "Hay muchas piezas que no encajan, como una fotografía que nos muestra a un Robinson completamente saludable tomada en el mes de enero, cuando se suponía que debía estar en su lecho de muerte?.”
En la primera edición de la obra se podía leer: "Mi querido Robinson: fue su narración de una leyenda de la parte oeste del país lo que, por primera vez, hizo que la historia de este relato comenzase a surgir en mi cabeza. Por eso, y por toda la ayuda que me ha prestado durante la evolución de la novela, le doy las gracias. A. Conan Doyle". En las posteriores ediciones, sin embargo, la dedicatoria fue eliminada quizás para evitar cualquier parentesco con el verdadero autor de su nueva y exitosa novela.
Tras la publicación de “El perro de los Baskerville”, y el éxito acaecido, hubiera sido un escándalo destapar la verdad. El psicólogo apunta la extrañeza que provoca que un hombre tan fuerte y de salud de hierro muriera por unas fiebres que sólo provocaban la muerte por aquella época a tres de cada veinte casos. Las versiones confusas de Gladys, su mujer, y que no llamara a ningún médico hasta la muerte de su marido acrecientan el misterio. En la investigación se señala que Conan Doyle convenció a Gladys para suministrar a Bertram Fletcher Robinson un veneno con laúdano, potente sustancia que provocaba unos efectos similares a las fiebres tifoideas. La muerte del amigo de Arthur Conan Doyle quedó pronto en el olvido. El escritor, de carácter irascible e inestable, volvió a recuperar el éxito con su personaje y años después era nombrado caballero. Scotland Yard sigue estudiando la petición de Garrick-Steele de exhumar el cadáver de Robinson para aclarar las causas de su fallecimiento. La figura del autor de “Sherlock Holmes” tendrá difícil, 80 años después de su muerte, quitarse la duda de encima.
Nacho Gonzalo (Coronado)
Impresionante la historia... Muchas gracias por compartirla con nosotros!
Desde luego, que por lo menos plantea sus dudas.... ah, qué de misterios quedarán sin resolver para siempre.
Estupendo el reportaje, como todo lo que hacéis, enhorabuena, aquí tenéis a una fiel seguidora vuestra desde siempre