"Tully"
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El argumento: Marlo es una madre con tres hijos, el último recién nacido, que recibe un inesperado regalo de parte de su hermano: una niñera para que le ayude por las noches. Al principio le parece una extravagancia, pero Marlo acaba teniendo una relación única con Tully, una joven niñera amable, sorprendente y, en ocasiones, difícil.
Conviene ver: "Tully" es como todo el cine de Jason Reitman complejo y con capas, hecho que provoca que muchas veces el experimento no le salga tan bien como querría. En esta ocasión se queda a medio camino pero más mirando hacia la parte alta que hacia la baja de algunos de sus trabajos. Al igual que en la atmósfera que pretendía retratar en la sureña y calurosa “Una vida en tres días”, en esta ocasión nos lleva a un intenso verano siendo una sátira creada por su guionista (a pesar de su propia experiencia personal) de lo que supone ser madre hoy en día y los sacrificios que implica, crisis que se desata cuando una mujer da a luz a su tercer hijo y la esfera de madre y mujer sea absorbida en su caso a favor de la primera faceta. Los giros son más efectistas que inesperados y la niñera que entra en su vida lleva a la película en una extraña mezcla entre comedia satírica, melodrama familiar y autodescubrimiento femenino. La cinta es toda una Charlize Theron estupenda como una mujer que se ha dejado languidecer como mujer adoptando el rol de madre descuidada, frustrada y aburrida mientras ve tele por cable y se zampa comida basura habiéndose olvidado de sí misma engordando y descuidándose físicamente. Precisamente es esa niñera, con el rostro de Mackenzie Davis como "babysitter" nocturna y comparada con una Mary Poppins millennial, quién le recuerda quién fue y lo que le permite poder agarrarse todavía a la vida antes de que la maternidad, entre pañales, biberones, cacas y noches en vela, le termine arroyando. El marido (Ron Livingston) y el hermano (Mark Duplass) de la protagonista no son más que meros secundarios que asisten a la depresión de la misma sin pocos recursos para ayudarla. Es algo fallida por su irregularidad y tono pero también es un acertado, verista y descarnado trabajo de los sinsabores y la otra cara menos edificante de lo que supone ser madre en el día de hoy y más cuando se busca la tan comentada e inalcanzable conciliación.
Conviene saber: Tercera colaboración entre Jason Reitman y Diablo Cody tras “Juno” (2007) y “Young adult” (2011).
La crítica le da un SEIS
Discrepo en la apreciación. Reitman vuelve al nivel de sus mejores trabajos con una Theron omnipresente haciendo otro papelón como ya atestiguara en "Young adult". No me aburrí ni un instante y su sencilla premisa te lleva con facilidad hasta sorprenderte. Trabajo artesanal bastante alejado de la comedia de otras de sus obras.