"Transformers: La era de la extinción"

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El argumento: Han pasado 4 años desde el incidente de Chicago y la humanidad continua reparando los destrozos, pero tanto los Autobots como los Decepticons han desaparecido de la faz de la Tierra. Ahora el Gobierno de los Estados Unidos está utilizando la tecnología rescatada en el asedio de Chicago para desarrollar sus propios Transformers. Se pone al frente del proyecto a Joshua Joyce, un arrogante diseñador que cree que los Autobots son basura tecnológica y se cree capaz de realizar unos robots infinitamente más avanzados. Mientras tanto Cade Yeager, un mecánico inventor, encuentra un Marmon semi-trailer. Al intentar repararlo descubre que el camión no solo era un Transformer, sino que también es el mismísimo Optimus Prime, líder de los Autobots. Sin duda, Cade no sabe que este descubrimiento traería malas y buenas consecuencias para su vida.

No conviene ver: Tras un miniparón la franquicia de Transformers llega con nuevos aires cambiando de protagonista. El cada vez más desnortado Shia LaBeouf da paso a Mark Wahlberg, toda una garantía en taquilla y un actor más solvente en este tipo de productos que ofrecen más de lo mismo siendo la demostración del blockbuster ruidoso y pirotécnico del que Hollywood (afortunadamente salvo excepciones) parece estar alejándose en estos tiempos apostando por el armazón argumental y también por mayor oscuridad y profundidad. Aunque la película puede tener un arranque prometedor, que enfrenta el tema empresarial con esa América profunda en la que vive el protagonista, todo es excusa para que la película vaya derivando en explosiones y una sucesión de robots que convierten a esta cinta en una más respecto a las anteriores, siendo muy difícil encontrar diferencias entre unas y otras. Desde luego no hay sentido en lo que se cuenta y que la cinta llegue a los 165 minutos es sencillamente indecente. Excesiva y sólo con alguna persecución bien resuelta en lo técnico, más la buena conjunción de algún plano realmente poderoso y una música en consonancia, pero que no deja de ser una coreografía más mientras la hija de Wahlberg y su novio pasean palmito y hacen lo que puede dos secundarios siempre eficientes como Kelsey Grammer y Stanley Tucci. Una crítica obvia para una película aún más obvia que sólo sigue el camino trazado y que Hollywood debería abandonar si respetara minimamente la inteligencia del espectador, cosa que tampoco es su culpa teniendo en cuenta que las anteriores han funcionado como un tiro y que ésta parece que incluso batirá el récord de la saga siendo, de momento, el mejor estreno del año en USA. Hay Transformers para rato y en España seguirá habiendo atracón de palomitas viéndola pero si algún día pincha la burbuja de este tipo de películas uno se alegrará de ello más que nada por perder de vista a estos robots mastodónticos.

Conviene saber: Michael Bay sigue comandando la franquicia en la particular renovación de la misma tras "Transformers" (2007), “Transformers: La venganza de los caídos” (2009) y "Transformers: El lado oscuro de la luna" (2011).

La crítica le da un DOS