"Star Wars: El ascenso de Skywalker"
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El argumento: Un año después de los eventos de "Los últimos jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo.
Conviene ver: “Star Wars: El ascenso de Skywalker” es el cierre definitivo (en teoría) de todo el imperio galáctico iniciado por George Lucas en 1977. La cinta da lo que promete desde el punto de vista nostálgico y comercial pero es un entretenimiento inane que deja al espectador casi imperturbable ante lo que ve y su sensación general de nadería. Y es que, tras ahondar en temas interesantes en la anterior cinta de Rian Johnson, J.J. Abrams vuelve a lo seguro y eso se transforma en conservadurismo ramplón y en ofrecer algo por compromiso, por cumplir el expediente y con una sensación de desgana que se traslada incluso al devoto y fiel espectador de la saga que tiene poca ilusión a la que agarrarse en esta ocasión, no sólo por lo forzado de algunas apariciones (personajes del pasado que están para cubrir la cuota de la herencia recibida como queda patente en las frases inconexas de Leia) sino por el poco riesgo y decepcionante resultado tras todo lo que prometía el viaje de Rey, Finn y Poe tanto a sus orígenes como al peso de su legado cuando les conocimos en la primera película. Es verdad que la película ha dado el colofón al viaje de Rey, empoderando la saga, y sigue esa lucha entre el bien y el mal representada entre unos rebeldes que tienen que sublevarse ante la corrupción del sistema de la Republica pero el viaje del héroe no interesa, se pierde la analogía política de nuestro tiempo y se confirma la falta de personalidad desde que Disney compró Lucasfilm en 2012 lo que ha llevado a una frustrante sensación de que todo lo relacionado con la saga (antes sí que había más arte y voluntad de transgredir) se ha convertido en puro merchandising en el que lo de menos es hacer una buena película. J.J. Abrams sigue siendo un funcionario de su oficio, eficaz pero con nula capacidad de sorpresa aquí apostando por una clara apuesta por la emoción más facilona como si tuviera miedo a no pisar sobre seguro. Tan preocupados de no decepcionar a los fans el resultado se queda en tierra de nadie manteniendo un tono aventurero apresurado y un colofón ramplón y deslucido sin aportar nada nuevo visualmente y sin haberse preocupado de ganar nuevos fans más allá de los que recuperó en “El despertar de la fuerza”. En vez de continuar la coherencia de la saga, que en este caso carece de unidad narrativa, parece que Rian Johnson nunca hubiera estado ahí y Abrams vuelve a su zona de confort. Ha salido al campo a empatar a cero en el marcador y el partido ha respondido a esa intención de falta de riesgo. “Star Wars” debe de quedar ya cerrado definitivamente en la memoria de los que la encumbraron como icono cultural y social pero, emborrachados de ese estatus, se resisten a dejarla morir como se merece y por ello el paciente está con la respiración entrecortada como Darth Vader pero sin poder desligarse de su bombona de oxígeno. No se puede negar que se ha conseguido a lo largo de las tres películas mantener el espíritu de aventura y presentar a personajes con dobleces, dudas y contradicciones (especialmente Rey y Kylo Ren) pero hay que saber terminar las cosas a tiempo y ofrecer algo si realmente va a valer la pena. Los números mandan y eso es lo que deja a esta cinta en una propuesta que apuesta por el carril seguro de la nostalgia pero sin la capacidad de dejar poso en una sucesión de secuencias hechas como una cadena de montaje sin ganas y sin alma para estar a la altura del peso de todo lo que conlleva. No estamos ante una mala película pero sí ante una decepción que mancha el expediente de una marca que, por mucho que queramos, todo lo que tenía que decir lo tenía en su momento siendo un elemento de su tiempo y del público de aquel entonces. Es hora de nuevas épocas, retos y personajes, con la aparición de nuevas voces y talentos a los mandos ahora que los Skywalker ya son Historia, y “Star Wars”, que ahora cierra el círculo de una forma no tan satisfactoria como merecía, ya tuvo su momento de gloria y desde luego este título no le hace llegar a alcanzarlo de nuevo.
Conviene saber: Se completa la tercera trilogía de la saga “Star Wars” tras "El despertar de la fuerza" (2015) y "Los últimos jedi" (2017).
La crítica le da un CINCO