Sitges 2019: Caserones, habitaciones, reclusiones y hospitales
Querido primo Teo:
Al igual que ayer sólo tenía cuatro películas ya que no conseguí ticket para "El faro" (por los comentarios se ve que has gustado bastante pero no ganará ya que no entra en concurso). En ese hueco he acompañado a Imogen al photocall de Asia Argento.
La primera ha sido "Amigo", con Javier Botet (que le entregan premio) y David Pareja, dirige el debutante Oscar Martín. No me ha terminado de gustar porque no me ha interesado en ningún momento la historia que me cuenta, trata de como David cuida a Javier en un pequeño caserón del norte de España tras un accidente de trafico donde Javier queda casi paralítico. Y ya está. Luego está todos los problemas que devienen de esa situación debido a la época (los 70, creo), el lugar (caserón sin adaptar) y las esquizofrenias que le surgen a David por todo el estrés vivido. Y no hay más.
La parte técnica impecable en todos los aspectos, y los cinco minutos finales muy espectaculares. Javier tiene dos o tres escenas donde se luce en toda su forma y aprovecha al máximo su físico. Y ya. Llámame malpensado pero como a Javier le entregan premio (merecidísimo por su corta pero brutal carrera), y casi nunca se le reconoce en sus interpretaciones, han aprovechado que en ésta es el protagonista y han matado dos pájaros de un tiro.
Si la de "Amigo" no lo tenía claro, lo de después ha sido peor. "La habitación (The room)" con Olga Kurylenko y Kevin Janssens. Parte de una premisa interesante, casa con habitación encantada que te da todo lo que pidas, pero como todos sabemos nunca es gratis aunque los protagonistas no se den cuenta y cuando lo hacen empiezan a dudar de la moralidad y de qué está bien y de qué está mal. Pues todo eso está mal, en cuando ves lo que puede pasar eliges la opción fácil, y punto. Problema de eso, que sería un corto malo. Así es una peli peor.
Quieren jugar con los sentimientos del personaje que interpreta Olga para que sea más real pero no cuela, cae por su propio peso. Totalmente previsible en todos sus aspectos, sin tensión ni nada que se le parezca. Y con un final para darles de comer aparte. Si eliges el fácil que te venden, está mal (se puede demostrar) y si le das tres vueltas de tuerca al final que debería de ser, es peor.
Hemos tomado un poco el aire y nos metemos en la siguiente, que casi mejor que hubiera sido ir a comer pero no puede ser, teníamos que ver "The nest", del director italiano Roberto de Feo. Antes de la media hora ya me daba igual todo lo que estaba viendo, no tenía ningún interés, no explicaban nada y cada vez la liaban mas con cosas sin sentido. Y al final, en los cinco últimos minutos cuando lo explican todo, aun me he cabreado más, ahí si que ya no tenían perdón.
La presentación inicial es de una mega mansión con terreno donde vive una madre, que tiene a todos los trabajadores atemorizados, con su hijo paralitico al que le tiene prohibido salir del terreno. Dice que fuera es malo. Pero la gente si que sale y entra. A medida que avanza ves destellos de cosas sin sentido y se lo quieres buscar por darle a todo una unión (la que cuentan al final) te encuentras con otras que no lo tienen. Aburrida. Sólo quería que llegara el final por si pasaba algo interesante, y no ha sido así.
Y ya sin ánimo y medio desmoralizado he visto la última, "Fractured", y esta sí. Dirigida por Brad Anderson, realizador de "El maquinista" y "Transsiberian", entre otras, protagonizada por Sam Worthington (el protagonista de "Avatar") y producida por Netflix (que la estrena el viernes junto a la de "Breaking bad" que aquí la estrenan al día siguiente, mejor no preguntes).
¿Te acuerdas del film protagonizado por Jodie Foster en el que le secuestraban a su hija en un avión y a ella la trataban de loca? Pues esto es lo mismo, pero en lugar de un avión en un hospital. Eso sí, la locura del protagonista es mucho mayor y la tensión que te crea la cinta es bastante superior a aquella. Te llegas a plantear varias veces qué cosas son las de verdad y cuáles no, quién tiene razón y quién miente. Todo eso a un buen ritmo y con una interpretación de Sam bastante correcta. Hay que destacar la música de Anton Sanko que magnifica todo el sufrimiento que vamos teniendo a cada momento y que va "in crescendo" a medida que avanza la cinta. Por desgracia no entra en concurso pero al menos he terminado bien el día.
Mañana ya nos será tan light, vamos ya con cinco. Veremos que nos deparan.
Tu primo.
Spooky