Sitges 2018: El día de Nicolas Cage
Querido primo Teo:
Tercer día de Festival, corto y salvado por Nicolas Cage. Hoy sólo he podido ver tres películas, mañana sólo una, y han ido de más a menos. Por suerte entre la segunda y la tercera me he encontrado con el Sr. Cage y eso me ha alegrado el dia.
Empezábamos con “Mandy” dirigida por Panos Cosmatos, algo que a priori nos puede dar un poco igual (pero yo voy a seguir su carrera) ya que a lo que íbamos era a ver la peli de Nicolas Cage en todo su explendor. L’Auditori estaba a rebosar y han empezado sosegados, al igual que el film que tarda mucho en entrar en acción pero cuando entra es una vorágine sin fin de sangre, locura, luces, contrastes, música y Nicolas Cage. El público íbamos a la par. La película trata sobre el secuestro de la mujer de Cage por una secta, la cual cuenta entre sus allegados a unos motoristas diabólicos que son los encargados de hacer el trabajo. La primera hora se dedica a presentarnos a Cage y a la esposa, a la secta y el acto del secuestro. Toda esa parte es muy pausada, sin acción y con ritmo muy lento, y a partir de ahí ya todo cambia, Cage empieza a actuar (con una escena en el baño marca de la casa) y a vengarse de todos ellos.
Nos podemos imaginar lo que pasa, pues más exagerado. Incluye uno de los duelos de “espadas” más memorables que he visto. Todo el film está hecho con muy poca iluminación, y con fuertes contrastes de luces de colores en cada plano algo que si no haces bien pueda quedar bastante mal. A destacar mucho, pero sólo junto a las imágenes, la ambientación sonora creada por Jóhann Jóhannsson, consigue envolverte y hacer que te sumerjas en todo el caos que se ve en la pantalla. Por cierto, uno de los productores es Elijah Wood.
Tras la alegría de "Mandy" nos ha tocado no sé muy bien el qué, hemos visto “Aterrados” que ha sido presentada por su director, el argentino Demián Rugna. Ha dicho que llevaba muchos queriendo hacer una película de terror pero no había podido, y cuando ya lo tenía descartado le apareció la oportunidad de rodarla, así que lo hizo sin mucho interés pero con ganas. De ese discurso lo que más me ha chocado tras ver la película ha sido la palabra “terror”. Si realmente era de terror, les ha salido mal, si era comedia, medio aceptable, si era terror cómico voluntario, perfecta, aunque sea mala y no aporte nada al género. Durante los 89 minutos que dura hemos tenido tres sustos (en el primero la chica de mi lado ha llegado a gritar) y más de veinte risas, pero muchas de ellas eran debido a que la película es argentina y a nosotros nos hace mucha gracia forma en la que hablan, igual es por eso, igual es porque es mala o igual está todo premeditado (lo dudo).
La trama gira alrededor de tres casas encantadas donde se juntan los paralelos de la realidad con el de unos monstruos, por llamarlos de alguna forma, que mueven muebles, matan a la gente y se esconden bajo de la cama o en un armario. ¡Qué sorpresa! ¡Y devuelven la vida a los muertos! Tres investigadores de lo paranormal han de intentar descubrir que pasa junto a un policía local que no cree en nada de ello, y que tiene mucho miedo. Y hemos descubierto que no existe palabra correcta para traducir al inglés “la concha de tu madre”.
Y luego quedaba el remate del día, “Piercing” de Nicolas Peace con Mia Wasikowska como reclamo principal, y sólo eso. Los primeros 15 minutos han estado interesantes, gustaba el planteamiento y cómo se iba a desarrollar, el resto ha sido un error. Aburrida a mas no poder y sin demasiado sentido. Una lástima de cómo ha acabado con un inicio tan prometedor. El protagonista tiene la necesidad de matar a alguien con un picahielos y para evitar que sea su bebé decide irse unos días de viaje con la excusa de un congreso de trabajo. En el motel que se aloja planea en detalle todos los pasos necesarios para llevar a cabo el asesinato, llegando a recrearlo todo (pero sin muerto). Lo tiene todo a punto y planificado, llega la prostituta y pasa lo que pasa, que pierde todo el interés y la gracia.
Mañana sólo podré ir a una, espero haber elegido bien, ya te lo cuento.
Tu primo.
Spooky