Sitges 2017: Susan Sarandon acompañada de una muñeca diabólica y la atmósfera enfermiza de Yorgos Lanthimos
Querido primo Teo:
Ha sido un día grande en Sitges. Ha llegado Susan Sarandon para recoger el Gran Premio Honorífico que le entregan este sábado. Ha dado una rueda de prensa donde ha hablado hasta de temas políticos y luego ha posado cual diva con sus gafas de sol en el Mirador. En el tema peliculero aquí te dejo lo que ha dado de sí el día…
Sobre “Annabelle: Creation” no iba yo muy convencida después del fiasco de la primera parte pero, como a masoquista no me gana nadie, he pensado en darle una oportunidad y me ha sorprendido gratamente. Sigue estando a años luz de "Expediente Warren: The conjuring" pero en esta ocasión es mucho más efectiva en cuanto a interpretaciones y sustos se refiere. Aunque en algunos momentos lo veas venir, ya no es tan previsible como su predecesora y las niñas protagonistas ayudan a crear un clima de tensión en muchas escenas que hacen que vuelvas a tenerle cierto respeto a la muñeca.
Con “El sacrificio de un ciervo sagrado” el director de “Canino” lo ha vuelto a hacer. Yorgos Lanthimos llega a Sitges con un film que no ha dejado indiferente a nadie, girando en torno a la familia de Steven, cirujano casado y con dos hijos cuya vida discurre con normalidad hasta la llegada a sus vidas de Martin, un joven que está unido al cirujano por un hecho del pasado. Son brillantes e inquietantes las interpretaciones, tanto de Colin Farrell y Nicole Kidman como de los niños protagonistas, y aunque el guión puede parecer a veces delirante, nada más lejos de la realidad, produciendo una sensación de tensión constante y terror en algunos momentos que te deja quieto en la butaca después de descubrir su impactante final.
Con “The endless” los directores de “Spring” repiten en Sitges años más tarde con un film del cual también son protagonistas. Aaron y Justin son dos hermanos que salieron hace años de una secta y deciden volver a ella después de recibir una cinta de video de una de las chicas que allí quedaron. El film es un claro ejemplo de que con poco presupuesto se pueden hacer cosas más que decentes. Si bien en algunos momentos te puedes perder debido a la premisa espacio-tiempo, que a veces puede llevar a confusión, la historia no pierde fuelle. Desde el primer momento el espectador empatiza con los hermanos (o al menos con uno de ellos según la vulnerabilidad de cada uno) y sigue su periplo hasta el final. Con algunos momentos en los que nos puede recordar a la aplaudida "Coherence", también vista en Sitges, la película demuestra que el cine independiente tiene cabida en este Festival y puede tener tanta o más calidad que otra producción de presupuesto gigantesco.
Y rematamos la jornada con "Mamá y papá", delirante comedia gore (más momentos tendría que haber habido) protagonizada por un Nicolas Cage que ha desatado la locura en la sala Tramuntana en cuanto ha salido en la pantalla. Él y Selma Blair son los padres de dos hijos, hijos que verán peligrar su vida por unas extrañas ondas que provocan en los padres un deseo irrefrenable de acabar con la vida de sus vástagos. Sangre, estética un poco videoclipera y momentos delirantes (gracias en parte a la interpretación de Cage) que han provocado risas y aplausos entre los presentes.
Tu prima.
Imogen