Sitges 2016: De Paul Schrader a Jonás Cuarón
Querido primo Teo:
Día lluvioso en la cuarta jornada de Sitges así que mis botas de agua, mi paraguas y yo nos hemos ido al Auditori a ver pelis…. con una hora de retraso. La sesión de escuelas es lo que tiene, los niños con las piernas cortas no son tan rápidos saliendo y una cosa lleva a la otra.
La primera del día ha sido “Dog eat dog”, nuevo film de Paul Schrader protagonizado por Nicolas Cage y Willem Dafoe. Con estas señas debemos suponer que nos va a esperar un film espectacular. Nada más lejos de la realidad. Si bien empieza con una potencia brutal; el guión, con un toque de humor negro, va perdiendo fuelle conforme pasa el metraje, llegando incluso el espectador a salirse de la historia, que se vuelve difusa. Cage y Dafoe están correctos en sus papeles, bien definidos, pero el giro de guión supone olvidarse de este hecho, por que no hay interpretación que logre reconducir la película.
En el Auditori también he visto “Creepy”, de Kiyoshi Kurosawa, 130 minutos de thriller sobre un asesino en serie que te deja clavado en la butaca sin parpadear. Sí, Teo, 130 minutos sin parpadear… y justo después de comer. El guión está escrito para paladearlo, entrando en la película lentamente y dejando que la mente haga conjeturas sobre qué está pasando y cuál es la solución. Pero el fin es lo de menos, lo impactante es el desarrollo, que en ocasiones incluye alguna situación absurda que en lugar de sacarte de la película aún te mete más en ella para lograr entender el comportamiento del protagonista.
Finalizamos el día con el nuevo film de Jonás Cuarón, “Desierto”, donde Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan tienen un duelo difícil de olvidar. La película se desarrolla íntegramente en un desierto en la frontera de México con Estados Unidos y, pese a lo amplio de la llanura, el film se vuelve cada vez más claustrofóbico. La imposibilidad de encontrar un lugar donde refugiarse somete al espectador a una angustia que se va acrecentando conforme pasan los minutos. Curiosas resultan las reflexiones de unos y de otros, reflexiones que rigen sus destinos; la voluntad de lograr entrar en la tierra de la libertad frente a la necesidad de escapar de la vida actual.
El hijo de Cuarón logra un film brillante sin florituras y efectos especiales innecesarios. “Desierto” es el claro ejemplo de como lograr una buena película con un buen guión y actores ideales para el papel.
Tu prima.
Imogen