Sesión de cine-cebolla: "Million dollar baby"
Querido primo Teo:
"Million dollar baby" se convirtió en un clásico instantáneo antes incluso de que triunfara en la ceremonia de los Oscar de 2005. En aquella ocasión, la película de Clint Eastwood dio la campanada y se impuso a dos películas que habían tenido mucha mayor presencia en la carrera de premios: “El aviador” y “Entre copas”. Eastwood venía de dirigir una de las mejores películas de su carrera: "Mystic River", pero poco pudo hacer entonces ante la multi-premiada última entrega de “El señor de los anillos”. "Million dollar baby" proporcionó su segundo Oscar a Hilary Swank (la única actriz que ha ganado 2 Oscar antes de cumplir 30 años) y otro merecido premio para el gran Morgan Freeman. Incluso Clint Eastwood logró la segunda nominación de su carrera por una de sus últimas interpretaciones (desde entonces, sólo le hemos visto en “Gran Torino”).
“Million dollar baby” es la historia de la relación ente Maggie Fitzgerald, una humilde treinteañera que desea convertirse en boxeadora y el veterano entrenador Frankie Dunn. Maggie se presenta en el gimnasio de Frankie con el único objetivo de que éste se convierta en su entrenador. En un primer momento, Frankie rechazará la proposición argumentando que él no entrena a mujeres, pero Maggie encontrará apoyo en Scrap (Morgan Freeman), el encargado del mantenimiento del gimnasio (y el personaje que nos cuenta la historia a través de una voz en off). Finalmente, Frankie aceptará entrenar a la joven, que no tarda en a mostrar un impresionante talento para el boxeo. Mientras va sumando una victoria tras otra, la relación entre entrenador y pupila se irá estrechando. Frankie y Maggie son dos almas solitarias que tienen en común sus problemas familiares (Frankie no se habla con su hija y Maggie es víctima de un hogar desestructurado). Pero el cuento de hadas que viven la exitosa boxeadora y su entrenador se irá al traste cuando el combate definitivo en el que está en juego el campeonato del Mundo acabe en tragedia.
Postrada en la cama y sin esperanzas de recuperación, Maggie trata de convencer a Frankie para que le ayude a terminar con su sufrimiento. La secuencia seleccionada muestra el momento en el que Frankie toma conciencia de qué es lo mejor para la chica. Como en otros momentos de la película, Scrap actúa de conciencia de Frankie, le convence de que no es el culpable de lo ocurrido y le incita a “desenchufar” a la joven. En la siguiente escena, Frankie llega al hospital y le practica la eutanasia a Maggie, no sin antes desvelarle el significado del enigmático apodo que le puso (Mo Cuishle): “Mi amor, mi sangre”. Scrap asiste a la escena sin que Frankie advierta su presencia, y es entonces cuando descubrimos que su voz en off corresponde al texto de una carta que el único amigo de Frankie escribe a la hija de éste. El sorprendente final de “Million dollar baby” la emparentó directamente con otra de las películas destacadas del 2004, la española “Mar adentro”. Pero más allá de la polémica que suscitó, de lo que no cabe duda es que estamos ante de una de las películas más importantes del siglo XXI y una las de las historias de amor más conmovedoras que nos ha dado el cine.
Tu primo.
Janaji