San Sebastián 2018: "Entre dos aguas" le da a Isaki Lacuesta su segunda Concha de Oro
Querido Teo:
La 66ª edición del Festival de San Sebastián ha estado marcada por el cine español como así hacíamos constar en el top 10 de lo visto en el festival pero, al final, lo que ha sorprendido en parte, es que la película que se ha impuesto como la Concha de Oro era la que venía, a priori, más "tapada" de todas. Isaki Lacuesta con "Entre dos aguas", en esa fina línea entre el documental y la ficción desmontando géneros, insuflando vida y volviendo al universo de los personajes de "La leyenda del tiempo", ha logrado no sólo imponerse a Vermut, Sorogoyen o Bollaín (los dos primeros no han tenido ninguna presencia en el palmarés) sino en ser el sexto director en toda la Historia en conseguir 2 Conchas de Oro después de Francis Ford Coppola ("Llueve sobre mi corazón" en 1969 y "La ley de la calle" en 1984), Manuel Gutiérrez Aragón ("Demonios en el jardín" en 1982 y "La mitad del cielo" en 1986), Arturo Ripstein ("Principio y fin" en 1993 y "La perdición de los hombres" en 2000), Imanol Uribe ("Días contados" en 1994 y "Bwana" en 1996) y Bahman Ghobadi ("Las tortugas también vuelan" en 2004 y "Half moon" en 2006). Isaki Lacuesta ya ganó la Concha de Oro por "Los pasos dobles" en 2011. Si en esa ocasión el triunfo fue más cuestionado en esta ocasión no se puede poner ningún reproche a una brillante propuesta justamente relanzada por el Jurado.
La película de Isaki Lacuesta es sorprendente y rabiosa en su intimismo y en su verdad sobre el viaje entre real y ficcionado de Isra y Cheíto, dos hermanos en la costa de San Fernando que se encuentran en un momento de indefinición en sus vidas en un entorno marcada por las drogas, la violencia y la muerte y el recuerdo todavía presente de la abrupta muerte de su padre que les marcó en la infancia. Una cinta con un profundo naturismo y sensibilidad centrándose en Isra, un bala perdida carne de cañón que no encuentra mucha esperanza en su salida de la cárcel, sintiéndose abandonado durante ese tiempo por su familia y sin saber hacia dónde dirigir sus pasos para no caer en esa espiral autodestructiva al que el lugar en el que vive parece abocar a gente como él. La cinta se alarga un poco, superando las dos horas, pero emociona por el desgarro de vida y frustración que hay allí en este ejercicio de Lacuesta que recuerda a los de Truffaut o Linklater permitiéndose, como sociólogos de sus propias historias, ver como la vida ha tratado a algunos de sus personajes. Lo que narra esta historia no es local sino que alcanza la universalidad que ha convencido al Jurado para destacarla de esta manera como ha ejemplificado el director de manera tan ilustrativa: "Me ofrecieron hacer una peli sobre Fraga. Pero yo no quería pasar cinco años con Fraga. Prefiero pasar cinco años con personas como Isra".
Por otro lado triunfo incontestable de la cinta argentina "Rojo" de Benjamín Naishtat que ha superado todas las expectativas ganando tres premios tan importantes como director, actor (Darío Grandinetti) y fotografía, un arrase totalmente anómalo en el palmarés de un gran festival siempre tendente a repartir. Una cinta sorprendente sobre la Argentina de los 70 que es cine negro con mordiente que bordea los terrenos de “Delitos y faltas” y con humor de colmillo. Maravillosamente presentada, con recursos estilísticos y musicales de la época, que están por encima de una narrativa más convencional pero indudablemente eficaz con unas interpretaciones impecables y un mensaje sobre su contexto social realmente escalofriante como telonero del terror. Ello ha permitido un discurso político por parte de Grandinetti sobre la situación en su país siempre revuelta.
Deja frío el Premio especial del Jurado para "Alpha, the right to kill" de Brillante Mendoza sobre el narcotráfico en las chabolas de Filipinas, un galardón que viene grande a una cinta nada novedosa ni destacable en la filmografía del director. Más si eso ha supuesto dejar fuerta a trabajos más estimulantes como los de Carlos Vermut, Peter Strickland o Claire Denis que se van de vacío. El ataque de ansiedad continuo de una madre por su hija en "Blind spot" le ha valido a Pia Tjelta el premio a la mejor actriz mientras el guión ha quedado repartido entre "Un hombre fiel" y "Yuli" destacando el discurso lleno de carga política de Paul Laverty que ha calificado a USA e Israel de "matones" que son los causantes de que continúe el bloqueo en Cuba.
Sección oficial
Concha de Oro a la mejor película: "Entre dos aguas" de Isaki Lacuesta
Premio especial del Jurado: "Alpha, the right to kill" de Brillante Mendoza
Concha de Plata al mejor director: Benjamín Naishtat (Rojo)
Concha de Plata al mejor actor: Darío Grandinetti (Rojo)
Concha de Plata a la mejor actriz: Pia Tjelta (Blind spot)
Guión: Louis Garrel y Jean-Claude Carrière (Un hombre fiel) y Paul Laverty (Yuli) (ex aequo)
Fotografía: Pedro Sotero (Rojo)
Otros premios
Premio del Público: "Un día más con vida" de Damian Nenow y Raúl de la Fuente
Premio del Público a la mejor película europea: "Girl" de Lukas Dhont
Premio FIPRESCI de la crítica internacional: "High life" de Claire Denis
Zabaltegi-Tabakalera: "Song for the jungle" de Jean-Gabriel Péirot
Horizontes Latinos: "Familia sumergida" de María Alché
Nuev@s Director@s: "Jesús" Hiroshi Okuyama
Premio de la Juventud: "Viaje al cuarto de una madre" de Celia Rico
TVE-Otra Mirada: "La tercera esposa" de Ashleigh Mayfair
Irizar a la mejor película del cine vasco: "Oreina (Ciervo)" de Koldo Almandoz
Cooperación española: "Los silencios" de Beatriz Seigner
Glocal in progress: "Bailando entre la niebla" de Ignad Jonynas
Cine en construcción: "Los tiburones" de Lucía Garibaldi
V Feroz Zinemaldia: "Quién te cantará" de Carlos Vermut
Todas las crónicas del Festival de San Sebastián 2018
Nacho Gonzalo