San Sebastián 2016: Pasiones fangosas, violencia gratuita, petanca con gigantes y Vigalondo se pone colosal
Querido Teo:
En un Festival en el que lo hablado en español se ha llevado los mejores titulares (“Neruda”, “El hombre de las mil caras” y “Que Dios nos perdone”) ha afrontado una jornada más de sorpresas a descubrir que de expectaciones. Ahí han estado dos películas que entraban a concurso (“Lady Macbeth” y “The giant”) mientras que se la han pegado el "Colossal" de Vigalondo y la controvertida “Playground”.
“Lady Macbeth” de William Oldroyd es una modesta producción británica que adapta libremente la obra teatral de Nikolai Leskov centrándose en una mujer en un entorno rural que se ve obligada (para subir de estatus y progresar en la vida) a casarse con un hombre pusilánime y frustrado al que dobla la edad conviviendo también con el estricto y simiesco padre de él. Una vida gris y mortecina que se aviva cuando se queda sola en la casa unos días y se desata la pasión más desenfrenada por uno de los trabajadores de la finca. Una cinta que trata temas muy interesantes en lo referente al poder femenino a pesar de vivir en una sociedad patriarcal, así como el sistema clasista y de prejuicio racial, en una cinta con estética que recuerda a la seguida por Andrea Arnold o Cary Fukunaga en sus adaptaciones de clásicos de la literatura victoriana. Un ambiente lúgubre y opresivo para una pasión desenfrenada y carnal en el que los papeles de víctimas y verdugos se van intercambiando ganando por la presencia de una perversidad femenina soterrada y promovida por los más bajos instintos que llevan a la locura de unos personajes de moral mugrienta. Una subyugante propuesta que merecería presencia en el palmarés y que destaca por una notable Florence Pugh y por una atmósfera pulcra y exquisita bajo cuya alfombra hay vestido de apariencia escalofrío y horror.
“Playground” llega el día después de la también controvertida “Nocturama” pero si en en ella la violencia podía tener un mensaje de indignación y reivindicación ante la deriva de nuestro tiempo, así como el empaque que imprime Bonello a todos sus trabajos, aquí nos encontramos con una propuesta polaca muy cuestionable y que no escatima en una violencia gratuita, así como vejaciones y actos en escenas que se antojan realmente vomitivas. Una cinta que presenta a tres críos en el último día de clases de su colegio. Tras presentarnos el núcleo familiar de cada uno de ellos, la cinta se adentra en las aulas y deriva en el intento de declaración de una chica de 12 años acomplejada al chico que le gusta, el guaperas presumido de la clase, teniendo ello consecuencias inesperadas. Una cinta que arroja desesperanza ante el futuro de una generación marcada por el desarraigo emocional de los suyos, por el exceso de las nuevas tecnologías, por el hedonismo y por la incapacidad para sentir empatía. El estilo “Elephant” pasado por las ganas de polemizar y provocar dignas de Haneke han hecho bastante daño a un cine de autor desesperado por repetir la fórmula pero lo peor de la cinta es que, a pesar de la naturalidad de sus protagonistas, además de ser aburrida, arroja una escena final realmente espeluznante y que a pesar de la distancia que toma demuestra unas ganas de morbo y de regodearse en el daño y en el sufrimiento a todas luces innecesarias. Sale uno del cine noqueado y con arcadas preguntándonos hasta qué punto como sociedad nos estamos preocupando de la infancia.
“Jätten (The giant)” es una fábula sueca que se adentra en un hombre con una serie de deformidades que le hacen ser una versión actual de “El hombre elefante”. Infantilizado e influenciado por su madre, a la que pierde años atrás, está convencido de que con la ayuda de un gigante de 60 metros y de sus compañeros de equipo se reencontrará con ella si es capaz de ganar el campeonato nórdico de petanca a pesar de su delicado estado de salud. Una película tierna, algo melodramática y deslavazada, pero que se ve de manera agradable (sobre todo en el momento de la competición que decide el ganador del campeonato) gracias a la ternura del protagonista y al adoptar un tono naif irregular pero ciertamente entrañable. La música y canciones que le acompañan (algunas muy verbeneras) y una escena final (que incluso se atreve a dar una colleja al gigante bonachón de Spielberg por su buena resolución y emotividad) terminan convirtiendo a esta rareza que apuesta por el realismo mágico en una cinta que se ve con una sonrisa de ligera satisfacción.
Fuera de concurso en la sección oficial se ha proyectado “Colossal”, el proyecto más ambicioso y espectacular de Nacho Vigalondo tras la más inmersiva “Open windows”. Ahora se adentra en una mezcla de géneros de la que no sale bien parado tocando la rom-com, el trauma infantil, la ciencia ficción y el cine de catástrofes. Gloria deja a su novio y su trabajo volviendo a su localidad natal reencontrándose con compañeros de la infancia y descubriendo la conexión que tiene con la extraña aparición de una criatura gigante que destruye la ciudad de Seúl. Hilarante pero poco afortunada en un desarrollo en el que no se sabe muy bien si nos quiere asustar o divertir bordeando los momentos de parodia involuntaria. Técnicamente lo resuelve sin problemas, gracias también a una entregada Anne Hathaway, pero a pesar de querer ser más un Spielberg que un Michael Bay se queda en un batiburrillo para una cinta que recuerda a “Young adult” en su inicio para después explayarse en esas dos líneas entre el drama personal y el cine de catástrofes con una premisa y resolución de traca. Vigalondo entretiene pero descoloca y se pierde cuando intenta crear un triángulo de personajes (completado con Jason Sudeikis y Dan Stevens) que denuncia las relaciones de pareja posesivas.
Nacho Gonzalo