San Sebastián 2013: Política de despacho de Tavernier y el doblete de Colin Firth
Querido primo Teo:
Vamos cerrando el repaso a la sección oficial con “Quai d’Orsay” y las películas de Colin Firth. Una que ha sido recibida con entusiasmo, la francesa, y dos que han dividido a los asistentes a los distintos pases.
Quai d’Orsay
La película de Tavernier ha sido una de las que mejor sabor de boca ha dejado. Aplausos durante la proyección y al terminar el film para esta sátira política repleta de buenísimas interpretaciones. El guión de Christophe Blain y Abel Lanzac tiene un ritmo endiablado (Sorkin es la referencia más cercana, por la celeridad de los diálogos y sus múltiples referencias), y premia no solo la incontinencia verbal de los protagonistas, sino también los pequeños detalles fuera de plano. Esos pequeños detalle que el espectador va cazando y que provocaron unas cuantas carcajadas.
Thierry Lhermitte está genial en su retrato de Ministro de Asuntos Exteriores, un personaje provocador. Te dan ganas de abofetearle mientras no puedes parar de reír en cada aparición suya. Raphaël Personnaz le da la réplica de una forma maravillosa, puesto que resulta difícil tener enfrente a Lhermitte y no ser engullido por la fuerza de su personaje. La paz llega con el personaje de Niels Arestrup, que interpreta a un viejo zorro acostumbrado a lidiar con todo y con todos.
“Quai d’Orsay” es una de las películas más redondas que hemos visto en este festival y si se ahonda un poco en ella, tras el humor, acecha la sátira y la crítica al estamento político, y al poder en general. Una no puede evitar preguntarse si no será esta es la película realmente “basada en hechos reales” de la sección.
El doblete de Colin Firth
Colin Firth no ha pisado la playa de la Concha, pero ha estado en dos de títulos de la sección oficial. Por un lado en el drama bélico-ferroviario "The railway man", película dirigida por Jonathan Teplitzky, en la que se adapta la autobiografía de Eric Lomax, personaje interpretado por Firth. Junto a él, el reparto cuenta con Nicole Kidman, Stellan Skarsgård, Jeremy Irvine y Hiroyuki Sanada.
La cinta busca el lirismo con una fotografía convencional, aunque no carente de belleza, y un ritmo pausado, que poco a poco se convierte en algo farragoso. Los tramos más interesantes de la historia planteada son los protagonizados por Irvine y algunos de Firth, que no logra brillar en la cinta, posiblemente porque todo en ella se sacrifica en la búsqueda de la belleza formal y acaba contándonos la tremenda historia de Lomax a trompicones. Contagiada por el resto de reparto, también estamos ante una Kidman más bien discreta. La película ha generado indiferencia y algún tibio aplauso.
En cuanto a “Devil’s knot”, tampoco aquí asoma la mejor versión de Firth. En general, la cinta de Egoyan ha dejado un regusto a telefilm, con interpretaciones que van desde una Witherspoon despistadísima a un Moyer escasamente creíble. Los únicos que se salvarían de la quema general son Elias Koteas y Amy Ryan. En conjunto, la búsqueda de realismo para plasmar el “basado en hechos reales” se confunde con una producción un tanto burda, de la que resulta una película insulsa, y más de uno se pregunta cómo se ha colado en la sección oficial.
Tu prima.
Rodasons