San Sebastián 2013: La proyección nocturna y acontecimiento de "La vida de Adèle"

Querido primo Teo:

Ha sido, sin lugar a dudas, uno de los acontecimientos más destacados de esta 61ª edición del Festival de cine de San Sebastián. Es "La vida de Adèle", flamante gran premio FISPRECI de este año. Y no ha defraudado. Sin ahondar en los ya comentados problemas de entradas y horario, “La vida de Adèle” ha sido el comentario de los días y horas previos, con mucha expectación, y de la jornada de hoy, en la que público, prensa y acreditados ojerosos comentamos y discutimos las opiniones que la película nos ha dejado.

Analizando cada uno de los ingredientes por separado, la película tiene puntos a favor claros. Las interpretaciones de Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos son el principal. Bien cuando están ambas en pantalla, dándose la réplica, y bien cuando cada una tiene sus escenas independientes de la otra. También a favor el uso de la cámara y de la banda sonora (tanto cuando está presente como cuando no). Por último, a destacar esa historia de búsqueda personal y de definición del yo. Dura y muy real.

Y es más que posible que la película no tenga puntos en contra pero, personalmente, creo que el guión, el desarrollo de la historia si se prefiere, tiene momentos farragosos, que la lastran. En una película tan larga, algunos circunloquios y reiteraciones hacen que la pierda ritmo, sobre todo en su parte central. Al final, retoma el vuelo, pero ya ha dejado la impresión de que no eran necesarios los 180 minutos para contar esta historia.

En la presentación previa, tuvimos al director, Abdellatif Kechiche, que junto con uno de sus productores, compartió como ha vivido el proceso de filmación y el posterior éxito de la cinta. Ninguna mención a sus protagonistas.

Tu prima.
Rodasons