San Sebastián 2013: La experiencia "Gravity"

Querido primo Teo:

De "Gravity" vas a leer mucho en las próximas semanas, y es muy posible que en algún punto de la crítica, reseña o reportaje leas cosas como “logro cinematográfico” o “experiencia visual”, y no nos engañemos, eso es lo que es. Además es uno de los acontecimientos del año. Bastaba ver la cola del Teatro Victoria Eugenia en el pase de prensa para darse cuenta que todos querían estar allí, y ser de los primeros en disfrutar del espectáculo. Todo ello terminó con una gran ovación.

La película de Cuarón es un prodigio en muchos sentidos. Su planteamiento visual atrapa desde el primer minuto. Es cierto que juega con la baza de la fascinación que el espacio suele generar en todos nosotros, pero el logro es que algo tan técnico resulte tan atractivo y parezca sencillo. Nada más habitual y normal que un viajecito espacial. Es muy arriesgado hacer de ese fascinante espacio tu escenario principal, y hubiera sido relativamente fácil perderse en su inmensidad y acabar engullido por ella.

No es así, los elementos sobre los que se construye “Gravity” son pocos y sólidos, y el espectador sabe en todo momento que está viendo y qué está pasando, por lo que le resulta sencillo apreciar la belleza del conjunto. Y apreciar el papel de Sandra Bullock, más que correcta en su papel de doctora/astronauta. Sobre sus hombros Cuarón construye el film y aguanta el peso de una forma que debe destacarse.

Y sí, es una experiencia visual. Es cine que alimenta ganas de ver más cine, que lleva al espectador a las salas. Porque realmente, uno se siente como un miembro más de esa tripulación. Sobre todo, durante los primeros 45 minutos, que son los que resultan más sorprendentes. Los siguientes 45, son más convencionales, sin que esto sea un reproche. Se agradece que no se alargue una trama de manera innecesaria únicamente porque se tiene los medios para ello.

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