San Sebastián 2013: Dupeyron cura pero no sana y la locura de las brujas de Álex de la Iglesia

Querido primo Teo:

Retomo el repaso a la sección oficial con Mon âme par toi guérie (proyectada el lunes) y "Las brujas de Zugarramurdi", cuyo pase en el Velódromo tuvo lugar ayer por la tarde.

Mon âme par toi guérie

En la película que François Dupeyron presenta a competición, Grégori Gadebois da vida a un curandero que ha recibido el don de curar que poseyera su madre y a su pesar. Un accidente en el que se ve envuelto será lo que le hará enfrentarse a sus temores y a iniciar todo un proceso de maduración personal. Durante la primera hora, la película se centra en su personaje (Frédi) y resulta muy interesante verle interactuar con los demás, esperando reconocer en ellos esas partes de sí mismos que se le escapan.

Sin embargo, hacia la mitad de la película, esta se convierte en una sucesión reiterativa de personajes que aportan poco a la historia, puesto que la dinámica de la relación que mantiene con Frédi cada uno no difiere de la anterior. La irrupción del personaje de Nina (Céline Sallette) cierra con ese viaje hacia el interior de Frédi, pero el espectador no acaba de tener acaba con la desconcertante sensación de que, si Frédi ha aprendido algo, no lo ha compartido con él.

Las brujas de Zugarramurdi

Es ese espectáculo pasado de rosca que podemos esperar de Álex de la Iglesia y, precisamente por eso, no acabo de entender según que reacciones a la película. No creo que nos sorprenda ese exceso de sangre, gore y, como el mismo de Alex dice, mal gusto. Y lo cierto es que la película funciona bien en ese desparrame de diálogos y personajes imposibles, con los actores funcionando a un gran nivel. Me convencieron (todas) las brujas y me convenció esa pareja que forman Hugo Silva y Mario Casas. Lo sé, Teo, a Casas le he metido caña siempre pero en “Grupo 7” y sobre todo aquí se empeña en demostrar(me) que, en ocasiones, calladito se está mejor. Y los secundarios son un puñado de caras conocidas que aportan sus momentos cómicos. Solo hacia el final parece que la película se le va un poco de las manos a De la Iglesia. O quizás se trate de su búsqueda del “más difícil todavía”. Destacar los títulos de crédito iniciales. Si los de “Balada triste de trompeta” fueron geniales, estos parecen ser aún mejores.

Es cierto que una se deja llevar ante la experiencia de ver una proyección en el Velódromo, pero anoche las risas y los aplausos retumbaron en el recinto. Justo antes de que comenzara la película, el equipo salió al completo a saludar, y Carmen Maura recibió otra ovación con todo el público en pie. Sale de Donostia con un premio y toneladas de cariño.

Por último te comento que hoy ha llegado David Trueba. Seguiremos informando.

Tu prima.
Rodasons