¿Qué fue de... Gwyneth Paltrow?
Querido primo Teo:
Menuda pregunta, solamente basta acercarse a las redes sociales y a las revistas de moda y corazón para tener completamente localizada a Gwyneth Paltrow. Ahora que la tenemos tan asociada a su faceta como celebrity y lideresa de opinión (algo que le ha llevado a ser considerada una de las personalidades más odiadas de Usamérica por esa actitud tan condescendiente que le hace mirar por encima del hombro al resto de la especie) nos hemos olvidado de que la hija adoptiva de Talavera de la Reina ganó el Oscar a la mejor actriz por “Shakespeare enamorado” pero tuvo un reinado efímero y su carrera cinematográfica pasó a un segundo plano.
Gwyneth Paltrow (Los Ángeles, 1972) nació entre algodones, fruto del matrimonio formado por el director Bruce Paltrow y la actriz Blythe Danner. Su padrino es Steven Spielberg, que cuando la pequeña Gwyneth ya tenía claro que quería ser actriz (ya había trabajado con su madre en el teatro y su padre le había dirigido en un telefilm), le dio el papel de Wendy en “Hook” .
Tras aparecer en títulos como “La señora Parker y el círculo vicioso” y “Jefferson en París”, en 1995 alcanzaría la fama gracias a “Seven” de David Fincher y a su romance con Brad Pitt que duró hasta 1997 (se llegó a decir que Pitt fue a verla a Londres durante el rodaje de “Dos vidas en un instante” y se la encontró en pleno recital con otro caballero). Tras “Seven” llegaron “Sydney”, el primer largometraje de Paul Thomas Anderson, y cosechó excelentes críticas por “Emma” con la que Hollywood descubrió que la joven actriz tenía madera de estrella.
Gwyneth Paltrow estaba en todas partes (“Dos vidas y un instante”, “Grandes esperanzas”, “Un crimen perfecto”) y se había convertido en la nueva consentida de Harvey Weinstein que, durante el rodaje de “Shakespeare enamorado”, vio que ella estaba tan estresada que prácticamente alteró los planes de rodaje para que la actriz se fuese unos días a París a relajarse y él cubrió con esos gastos. “Shakespeare enamorado” de John Madden fue un éxito de crítica y público y tuvo una de las campañas más apabullantes de la Historia de estos premios. Paltrow tuvo desde el primer momento el status de favorita (frente a una Cate Blanchett recién descubierta por “Elizabeth”), al margen de que la actriz estuviese perfecta en el papel de Viola de Lesseps, jamás ha sido tan carismática y encantadora. Hollywood había encontrado la oportunidad de premiar a una de sus estrellas femeninas emergentes (solamente basta mirar el listado de intérpretes galardonadas con el Oscar y situar el contexto en el que han sido premiadas). En 1999 Gwyneth Paltrow alcanzaba la cúspide de su carrera y, como bien decía Lester Burnham cuando se desahogaba en la ducha, “todo irá cuesta abajo a partir de aquí” .
En “El talento de Mr. Ripley” de Anthony Minghella se vio eclipsada por sus compañeros de reparto mientras que "Duets” y “Algo que contar” pasaron con más pena que gloria. Mejor le fue con “Los Tenenbaums. Una familia de genios” de Wes Anderson. También intentó su “Hollywood me debe el segundo “ con “Sylvia”, el biopic de la poetisa Sylvia Plath, “Proof. La verdad oculta”, la adaptación cinematográfica de la aclamada obra de David Auburn, y “Country strong” (el factor de cantante atormentada solamente falla si la película es un desastre), pero no llegó a nada aunque la banda sonora de la última sí que tuvo éxito y de hecho el tema central interpretado por ella sí estuvo nominado al Oscar. En el 2011 le dieron el Emmy a la mejor actriz invitada por su participación en "Glee" y también ha sido candidata al Grammy por la locución del cuento "Brow bear and friends".
Se casó con Chris Martin, el líder de Coldplay, y se pasó varios años dedicada a criar de sus dos hijos. Su carrera cinematográfica renació gracias a “Iron Man” pero ha sido algo efímero. Y a ella tampoco le interesa, ha sido muy inteligente a la hora de reciclarse. Convertida en un icono de la moda, en una empresaria de éxito gracias a su web de lifestyle (de la que recientemente se ha apeado para revitalizar la imagen del portal y acercarlo al pueblo), y en una gurú de la vida sana, no necesita ser disputada por los mejores directores. Ella diría que otros “one hit wonders” se quedan en casa viviendo de las rentas.
Mary Carmen Rodríguez