Piercing da un macabro paseo

Querido “ex” Teo:

En este mismo instante estoy sentada, con las piernas entrelazas. Mis dedos están tecleando las teclas de mi portátil para escribirte esta carta y su sonido resuenan como disparos en la quietud de la noche. Mi reloj marca casi la medianoche y a  mi alrededor todo es oscuridad y quietud. Lo tengo todo ya preparado, he ensayado en casa para que todo salga a la perfección. Me encantaría que en este momento estuvieses a mi lado, seguro que te lo ibas a pasar muy bien. A lo lejos un búho da señales de vida, quizás hay comida cerca. Más cerca, oigo a los grillos. Pero todo esto no me preocupa en exceso, estoy perfectamente acompañada.

Ya es la medianoche entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Ha llegado en momento de encender las velas que he traído para realizar el conjuro. Las velas dan un tono fantasmagórico al ambiente, Teo. Ha llegado el momento de decir las palabras mágicas, las palabras que devolverán a la vida por unos minutos a la personas o personas que yo quiera. Es un momento complicado, ¿qué nombre decir?. ¿Con quién será más interesante mantener una breve conversación?. Existe tanta gente enterrada en este cementerio, pero voy a despertar a alguien que haya dedicado su vida al cine. Con un poco de suerte me explicará el secreto para triunfar en este mundillo.

Hace dos días cogí un avión a los Estados Unidos. Eso sí, después de pasar las mil y una con los guardias a causa, como ya debes suponer, de mis piercings. Por cierto, tengo uno nuevo que te enseñaré lo antes posible. Te iba a mandar una foto, pero creo que te impactará más si lo ves en directo.

Bien, después de llegar a los Estados Unidos, mis pies me llevaron a California, más concretamente al Forest Lawn Memorial Park Hollywood Hills y al Forest Lawn Memorial Park de Glendale. Entre estos dos cementerios, Teo,  pasee entre las tumbas de los mitos del séptimo arte, me senté al lado de la tumba de James Stewart y tomé un bocadillo al lado de Robert Taylor. Mis ojos se posaron en la última morada de Clark Gable, de Bette Davis o me reí recordando algunas escenas memorables de Buster Keaton mientras estaba delante de su tumba.

Después fui al Westwood Memorial, más conocido como el Cementerio de Marilyn, no es necesario decir quien hay enterrado aquí. Pero no sólo de Marilyn vive este cementerio. ¡Qué raro ha sonado eso de vive!. Además he disfrutado de la compañía de Billy Wilder, Natalie Wood o Dean Martin. Dicen de este cementerio que es el más caro: 85.000 dólares cuesta enterrarse en él. Por cierto, Teo, si deseabas dormir el sueño eterno al lado de Marilyn siendo decirte que el puesto ya está cogido. Se dice que el fundador de Playboy, Hugh Hefner, ha comprado el terreno anexo al sepulcro de Marilyn para ser enterrado a su lado.

Más tarde visité el Cementerio de Holy Cross, situado en Culver City. En la zona suroeste del camposanto, dejé las huellas de mis pies al lado de las tumbas de Charles Boyer, John Ford, Bing Crosby, Rita Hayworth…

Mi última visita fue en el Hollywood Forever Cemetery para visitar la tumba del actor que tuvo unos de los entierros más exagerados que se recuerda: Rodolfo Valentino. Pero no sólo Rodolfo disfrutó de mi visita en este cementerio, Tyrone Power también me soporto un rato a su lado.

Y ahora he vuelto al Westwood Memorial, después de saltar la verja y despistar a los guardias. Delante de mí se acaba de aparecer, Teo, uno de los grandes del cine: Billy Wilder. Los nervios me están impidiendo hablar y él se muestra impaciente. Otro más se ha despertado, esta vez es una dama: Natalie Wood. Teo, a partir de este momento dejaré de escribir esta carta, ahora mismo tengo compañía mejor de la que disfrutar. Me están llamando con insistencia.

Por cierto, ¿sabes qué en Forest Lawn de Glendale se puede alquilar los espacios verdes del camposanto para celebrar bodas?. Bien, no quiero decir nada, pero si alguna vez nosotros dos…

Me despido con todo mi amor.

Piercing