"Peter Jackson, de Mal gusto a El hobbit"

Un niño que a los 8 años, con el super 8 de sus padres filma una reconstrucción de una guerra usando a sus compañeros del colegio, y un alfiler para crear en los negativos el efecto de los disparos de ráfagas de ametralladora, posee un cerebro que ha desarrollado algunas conexiones poco habituales.

Título: “Peter Jackson, de Mal gusto a El hobbit”

Autor: Juan Luis Sánchez y Luis Miguel Carmona.

Editorial: Ediciones Jaguar

Jackson todavía conserva un muñeco que haría cuatro años después de su guerra en super 8 (Lotiene.txt), cuando ya sus padres empezaban a darse cuenta de que no se trataba solo de un juego sino de una afición. Los autores nos inician en la vida adolescente y juvenil de Jackson, tal vez con menos detalles de los que desearían sus fans, a cambio de concentrar la mayor parte del libro en sus películas, dificultades de rodaje y producción, trufándolos siempre con citas del propio director extraídas, por lo general con muy buen criterio, de una amplia documentación.

Algo menos de 200 páginas de texto y un montón de fotografías resumen la carrera del único director universal que ha dado Nueva Zelanda, pero que al hacerlo cambió las reglas del espectáculo que podía ofrecer una pantalla. No se trata de una biografía, aunque contenga muchos aspectos biográficos, y la última película no ha entrado apenas por razones de edición, pero el libro cubre lo que piensa Jackson, su punto de vista predomina sobre cualquier otro, desde sus primeros éxitos inesperados (Malgusto.txt) hasta su transformación en leyenda para muchos de sus seguidores. Naturalmente la trilogía de “El señor de los anillos” se lleva la parte del león.

Con el estreno de “El retorno del rey”, tercera parte de la trilogía, el periódico londinense The guardian publicaba un artículo titulado “Ahora todos somos nerds”, reflejando una cartelera repleta de motivos “nerd”, desde “Spider-Man” a “American spendor”. “Nerd” define a un tipo poco sociable, adicto a la informática y la fantasía escapista: cómics, juegos de rol y similares. Peter Jackson era un buen ejemplo y muchos le etiquetaron ya como “El señor de los nerds”. Su nueva aventura en la Tierra Media parece confirmar que hay algo de cierto en la impresión.

Un trabajo de selección, documentación y afición que gustará a los aficionados y que apoya la impresión de que algunas películas de este director han de verse más de una vez para disfrutarlas. El estilo es directo, un poco frío en ocasiones por necesidades de espacio y objetivo editorial, pero convincente.

Carlos López-Tapia