"Pájaros de papel"
La web oficial en español se abre con el trailer y con un idílico paisaje que recuerda los viajes en carreta de los artistas de pueblo en pueblo. Hay un interesante diario de rodaje de la mano de Emilio Aragón y también un apartado dedicado al cuidado que ha tenido el director en el aspecto musical contando con los mejores incluyendo a uno de los mejores violinistas del mundo, Ara Malikian. Spots de televisión, clips, fotografías, e información de actores y del director completan el escenario.
El argumento: Historia de un grupo de artistas de vodevil después de que la guerra les haya quitado todo menos el hambre. El músico Jorge del Pino, el ventrílocuo Enrique Corgo, la cupletista Rocío Moliner y el huérfano Miguel forman, junto a otras almas perdidas, una curiosa familia que intenta vivir y pelear cada día como cualquier otra, con sus miserias y sus alegrías, con el aliciente de su música y sus canciones. Y a falta de pan, buenos les resultan los aplausos. Entre vencedores y vencidos buscan, más que una oportunidad en la vida, algo que comer o un lugar donde dormir. Pero antes de lo que se imaginan, son puestos a prueba y tienen que tomar decisiones que se convierten en una cuestión de supervivencia.
En una época llena de intrigas y peligros que le reclaman pruebas de adhesión a sangre y fuego, tratarán de continuar adelante hasta llegar a alguna parte donde puedan dormir sin temor. Donde quiera que quede ese sitio.
Conviene ver: “Pájaros de papel” recuerda a “El viaje a ninguna parte” de Fernando Fernán Gómez por el homenaje a la profesión de cómico y sus duras condiciones en la España de la primera mitad del siglo XX. Con humildad afronta un tema manido pero en el que los elementos no chirrían. Quizás queda demasiado costumbrista y facilona en el reparto de papeles entre buenos y malos. La película destaca sobre todo por un conjunto de rostros muy reconocibles de nuestro cine con un Imanol Arias que demuestra que está en el mejor momento de su carrera. Técnicamente está muy bien hecha pero da la sensación que quiere contar muchas subtramas que no acaban de confluir y que suenan a ya vistas, acabando devoradas por la historia de necesidad, superación y amistad del trío protagonista en una época difícil en la que ser cómico implicaba prácticamente ser un muerto de hambre sin apoyos y con muchas penurias para sacar cualquier espectáculo acelante. Se agradece que en el siglo XXI el cine español eche la mirada atrás con oficio, y en el caso de Emilio Aragón, con cierto conocimiento de causa homenajeando a la profesión de su padre. Aunque se queda corta en emoción en algunos momentos y peque de costumbrista en otros, el emotivo final lo compensa.
Conviene saber: Es el debut en la dirección del polifacético Emilio Aragón.
La crítica le da un CINCO
Me ha gustado. Me ha resultado entrañable y muy emotiva.