"Madre"

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El argumento: Elena recibe una llamada de Iván, su hijo de seis años, quien le dice que está perdido en una playa en Francia y que no encuentra a su padre. Esas palabras desesperadas de su hijo fueron lo último que supo de él. Diez años más tarde, Elena vive en la misma playa donde desapareció su hijo, trabaja de encargada en un restaurante y está empezando a salir de ese oscuro túnel donde lleva anclada tanto tiempo. Su vida se agita de nuevo cuando conoce casualmente a Jean, un adolescente francés que le recuerda a su hijo. Entre ellos surge una fuerte conexión que acabará sembrando el caos y la desconfianza a su alrededor.

Conviene ver: Hace dos años el director Rodrigo Sorogoyen estrenó el cortometraje “Madre” en donde una mujer recibe la llamada aterrada de su hijo pequeño que se encuentra solo en una playa francesa. Su final abrupto y su éxito, entre otras cosas le llevó a ganar un Goya y ser nominado al Oscar, posibilitó su continuación a modo de largometraje. En lugar de desarrollar la historia ya conocida se ha optado por abordar las secuelas de dicho suceso. Han pasado diez años y nos encontramos con Elena viviendo en la playa en donde desapareció su hijo, dentro de lo que cabe lleva una vida estable con un buen trabajo y una relación sólida con un hombre que es comprensivo. Un buen día Elena conoce a Jean, un adolescente francés que le recuerda muchísimo a su hijo, y entre ellos se iniciará una relación cuya naturaleza llega a ser desconcertante. “Madre” juega con los géneros, comienza siendo un thriller y deriva en un melodrama perturbador cuya historia nos lleva recordar vagamente a “Reencarnación” de Jonathan Glazer. Pero se centra tanto en las ambigüedades que termina perdiendo entidad, y es una lástima porque plantea cuestiones muy interesantes entre ellas retratar el vacío de una madre que lleva al extremo el amor que siente por su hijo y el desconcierto y vacío que desde hace 10 años llena su vida. Una pena que dé círculos sobre sí misma a través de giros tan erráticos como forzados a nivel dramático, llevando a vericuetos poco consistentes y coherentes frente a lo que sobresale la complejidad del dolor y trauma de una madre que desde esa llamada en la playa no ha vuelto a ser la misma. Se demuestra, eso sí, el buen manejo de Sorogoyen detrás de la cámara (siempre más interesante y vigoroso en esa faceta que en la de guionista) que sabe crear tensión, angustia y jugar con los paisajes panorámicos. El film se fundamenta en la portentosa interpretación de Marta Nieto, brillante y llena de matices pasando de la desesperación a la derrota, de la culpa a la esperanza, que fue galardonada con el premio a la mejor actriz de la sección Orizzonti en el pasado Festival de Venecia, y que es la única que consigue salvar a esta propuesta del naufragio.

Conviene saber: Continuación del cortometraje ganador del Goya y nominado al Oscar “Madre”. 

La crítica le da un SEIS