"Madame Marguerite"

La web oficial.

El argumento: París, años veinte. Marguerite Dumont es una mujer adinerada, amante de la música y la ópera. Desde hace años canta regularmente frente a su círculo de amigos, pero lo hace absolutamente fuera de tono y nadie se atreve a decirle la verdad. Tanto su marido como sus amigos, se han dedicado siempre a mantener su fantasía. Todo se complica el día que ella decide presentarse frente a un verdadero público en la ópera.

Conviene ver: “Madame Marguerite” es una tierna fábula en clave satírica sobre una mujer decidida a cantar a pesar de sus escasas aptitudes para ello. Un culto a las motivaciones de uno mismo y a las ganas de sentirnos bien más allá de toda técnica académica y objetiva. ¿Acaso la pasión por lo que uno hace no es ya de por sí puro arte? Una tierna y entretenida comedia costumbrista con una estupenda Catherine Frot, fija del cine francés con 10 nominaciones a los César y que ha conseguido por esta cinta su segundo reconocimiento en estos premios. Y es que bañar de técnica y desgarro la ingenuidad e incomprensión de una mujer que canta como el maullar como un gato no es nada fácil. Aunque la señora Dumont (clara referencia cinéfila a la acompañante femenina habitual de los hermanos Marx) no ande ducha de afinación eso no se puede decir de una película que logra mantener un buen equilibrio y que termine cautivando al público medio por su honestidad y desparpajo. Un retrato del París del lujo y efervescencia cultural de la década de los 20 del siglo pasado con sesiones y espectáculos que iban entre la genialidad y lo grotesco; algo así como las veladas que organiza esta decidida mujer que no se achanta a dar rienda suelta a su gran pasión mientras todos los demás asisten entre atónitos y burlones ante semejante patetismo bohemio movidos entre el miedo y la piedad de un modo de cantar tan libre y legítimo como las ovacionadas vanguardias que surgían con los nuevos aires del siglo más revolucionario a nivel histórico. “El crepúsculo de los dioses” y “El traje nuevo del emperador” sobrevuelan una cinta de lejos perfecta pero disfrutable, divertida y bien hecha con un tono ligero muy atractivo y que desarbola de divismo a la protagonista entrando cada vez más en un alma débil y necesitada de su público que se sale de la caricatura para presentar a una artista tan merecedora de elogio ante la incomprensión como aquella Séraphine que interpretaba Yolande Moreau en la cinta de 2008.

Conviene saber: Inspirada en el caso real de la soprano Florence Foster Jenkins. Ganadora de 4 premios César 2016 en las categorías de actriz, diseño de producción, vestuario y sonido.

La crítica le da un SEIS