"Lo que arde"
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El argumento: Nadie espera a Amador cuando sale de la cárcel tras cumplir condena por haber provocado un incendio. Regresa a su casa, una aldea perdida de las montañas lucenses, donde volverá a convivir con su madre, Benedicta, su perra Luna y sus tres vacas. Sus vidas transcurren al ritmo sosegado de la naturaleza, hasta que todo cambia cuando un fuego violento arrasa la zona.
Conviene ver: “Lo que arde” de Oliver Laxe es una cinta de atmósfera y raigambre gallega con la sensorialidad propia del director. Más accesible que la controvertida “Mimosas”, cinta con la que ganó la Semana de la Crítica del Festival de Cannes 2016. Laxe es uno de esos directores (al igual que Albert Serra) adoptados por Francia donde sí que tienen el eco que en España no han encontrado. El director lleva a cabo un ejercicio mucho más documental y humanista centrándose en el drama de los incendios de Galicia con personajes como el pirómano que vuelve a ser acusado de ello en su vuelta a casa, el bombero que lleva a cabo su particular rutina diaria en un terreno pasto de las llamas, y una mujer como Benedicta que sufre como los alrededores de su casa están afectados por el fuego con todo lo que ello implica para el empobrecimiento del lugar como exponente de la ahora tan en boga “España vacía”, esos pueblos en los que no hay esperanza para las generaciones futuras. Una cinta con la que se puede caer en la idea de que no se cuenta nada pero que, en realidad, es el reflejo de un modo de vida lleno de alma y de una situación que lamentablemente no es de ciencia ficción y en el que la pantalla transmite el olor a fuego y la sensación de lo inhóspito que queda a su paso cuando el bosque queda depurado en pura piedra. Impactante en su verismo minimalista oliendo el fuego y sintiendo la tierra y emocionante a la hora de retratar la sensibilidad y fragilidad de la relación entre el hombre y la naturaleza en el trabajo que le ha dado a Oliver Laxe el salto definitivo con su tercera película demostrando su poderío con la imagen (y el uso de la música como cuando se utiliza el Suzanne de Leonard Cohen) y la sensibilidad a la hora de retratar el desarraigo.
Conviene saber: Premio del Jurado en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2019.
La crítica le da un SEIS