Las listas de Vinz Clortho: Cine brasileño
Bien hallada criatura Teo:
De un tiempo a esta parte, mi mente vaga mientras mi cuerpo permanece esperando, eternamente pareciere, al Viajante. Confieso que la espera se me hace larga y, a menudo, aburrida. Es por eso que en ocasiones me contemplo a mí mismo dirigiendo mi pensamiento a cuestiones banales, si tenemos en cuenta que esta existencia, como muchas otras antes y muchas otras después, acabará por desaparecer tan pronto como Gozer decida que es el momento.
Ahora mismo, mientras te escribo, mi mente está en Brasil. No me preguntes por qué. Simplemente, está allí; o más bien se encuentra en lo que el imaginario colectivo cree que es Brasil. Y en estas me hallo, intentando discernir cómo de veraz es lo que en mi mente se presenta como Brasil. Y, mientras sucumbo en el esfuerzo, concluyo que, una vez más, el cine, amigo infatigable, puede echarme una mano.
Así que tras hacer un ejercicio de memoria y una búsqueda al azar, me he propuesto sugerir hoy 5 películas de nacionalidad brasileña que bien merecen ser vistas...
Ciudad de Dios (Fernando Meirelles y Katia Lund, 2002)
Posiblemente la más reconocible película carioca de la última década. "Ciudad de Dios" mostró al mundo el talento de Fernando Meirelles ("El jardinero fiel", 2005 o "A ciegas", 2008). Una historia de crimen que no tiene nada que envidiar a clásicos del cine de bandas criminales como "Uno de los nuestros" (Martin Scorsese, 1990) o "Érase una vez en América" (Sergio Leone, 1984). Enmarcada en el ecosistema de infraviviendas característico (para el imaginario colectivo, insisto) de Brasil, las favelas, esta cinta cuenta con todos los elementos del cine de entretenimiento y calidad; acción, violencia, romanticismo y amor.
Carandiru (Héctor Babenco, 2003)
Un drama carcelario basado en hechos reales. En Sao Paulo, se encuentra esta penitenciaría recordada por la cruenta actuación policial para sofocar una revuelta de los presos en 1992. El argumento trata del día a día de un médico que trabaja en la cárcel y su relación con los presos hasta la fatídica fecha que registró en los anales de la tragedia el nombre del penal.
Tropa de élite (José Padilha, 2007) y Tropa de élite 2 (José Padilha, 2010)
Tanto la original como su secuela son dignas de aparecer en esta lista. Se trata de un visionado a la acción de un grupo de fuerzas especiales de la policía militar brasileña, el BOPE. Una radiografía de la violencia y los problemas y peligros que acechan a las fuerzas de seguridad del país carioca, que bien puede servir de reflejo a otros países latinoamericanos. Corrupción, falta de equipamiento, poder político permisivo con la corrupción, criminales armados hasta los dientes para los que la vida humana es poco valiosa, etc… El resultado es una crónica dura y llena de acción que entretiene a la vez que pone a trabajar la materia gris.
Estación Central de Brasil (Walter Salles, 1998)
En los asfixiantes pasillos de la Estación Central, en Río de Janeiro, una antigua maestra se gana la vida escribiendo las cartas que le dictan los analfabetos. Así comienzan las andanzas de Dora, la protagonista de esta película, un ser al que los avatares del tiempo le han convertido en una persona indiferente a lo que le rodea. Un incidente hará que se tenga que ocupar de un muchacho al que tratará de ayudar a su padre. Un drama alejado del mundo de los bajos fondos como los anteriores títulos, pero que constituye un redescubrimiento de la humanidad hasta en las condiciones más extremas.
Cinema, aspirinas e urubus (Marcelo Gomes, 2005)
Cierro esta lista de sugerencias con una road movie. Se trata de la historia de un alemán que en 1942 viaja al noreste de Brasil a vender aspirinas... En un contexto determinado, la década de 1940, con un país gobernado por el régimen dictatorial de Getúlio Vargas, mientras la Segunda Guerra Mundial está siendo disputada en Europa y Asia. En esas circunstancias, Johann, un alemán que ha escapado del conflicto bélico, y Ranulpho, un brasileño que huye de la sequía del Noreste brasileño, van de pueblo en pueblo, proyectando un film publicitario sobre una nueva droga “milagrosa” a los habitantes, quienes hasta ese entonces no habían tenido contacto con el cine.
5 películas relativamente recientes desde Brasil que espero sean de tu agrado. Y con estas, me despido hasta la próxima entrega, siempre pendiente de todo ese grado de entretenimiento y enseñanza que pueda extraer de nuestro querido pozo de los deseos llamado cine.
“El Viajante vendrá en una de las formas preestablecidas. Durante la rectificación del Vuldronaii el Viajante toma la forma de un gran Torb. Luego, durante la tercera reconciliación del último suplicante de los Meketreks escogieron otra forma para él: ¡la de un gran Sloar! Muchos Shubs y Zuuls descubrieron lo que era asarse en el fondo del Sloar aquel día, os lo aseguro”.
Vinz Clortho