Las listas de Moriarty: Secuaces de villanos de James Bond
Querido Teo:
Llevo varios días cautivo en mi hogar por decisión propia, y así continuará hasta que finalice la celebración de la dichosa conmemoración. Durante mi paseo diario por el West End, observé carteles, imágenes, taxis engalanados para la ocasión, etc… No puedo, no lo soporto, me dan ganas de huir de este país, ¡ya han dado el pistoletazo de salida a la celebración!. Si mi bisabuelo sufrió la popularidad de Sherlock Holmes, parece que mi penitencia es la de soportar la notoriedad y la fama de otro gentleman británico, orgullo de la nación y agente al servicio de su majestad. El bueno de James Bond está de aniversario. Nada más y nada menos que 50 años sobrellevando a este personaje misógino, narcisista, alcohólico, mujeriego, egocéntrico, violento, pero también, seductor, triunfador, gourmet, canalla….
Adorado por la mayoría de mis conciudadanos, mi odio hacia todo lo que él representa, hace que empatice más con sus enemigos, y parece que no es algo personal, sino que me viene por tradición familiar (mi padre compartió correrías, y algo más, con grandes “aliados” del Sr. Bond como el Dr. No, Ernest Stavro Blofled, Goldfinger, Scaramanga, etc…). Ahora sólo me queda rezar para que por fin todo esto termine como Dios manda… ¡God save Raoul Silva!.
Odd Job (Harold Sakata) de “James Bond contra Goldfinger” (Guy Hamilton, 1964)
Altura: 179 cm / 5 ft 10 in
Peso: 100 kg / 230 lb
Arma mortífera: Sombrerazo a la yugular de titanio.
Auric Goldfinger le ofreció un trabajo como leal sirviente, después de ver como se hacía con la medalla de plata en halterofilia en las Olimpiadas de 1948. Elegante y distinguido, nunca abandonará su impoluto traje y su querido bombín de ida y vuelta, que causaría pavor en las estatuas de la Grecia clásica. Uno de su pasatiempos favoritos es la pintura al oleo, y sino que se lo digan a Jill, la amiga de Bond, para la que le realizó una obra de arte atemporal, que hoy tal y como está la cosa, valdría su peso en oro… Bond sufrió en sus carnes sus magníficas aptitudes para las artes marciales, aunque unos cables de alta tensión le causaron una mala jugada…
Mr. Wint & Mr. Kidd (Bruce Glover y Putter Smith) de “Diamantes para la eternidad” (Guy Hamilton, 1971)
Altura: Dato desconocido.
Peso: Dato desconocido.
Arma mortífera: Bomba sorpresa en maletín.
Los “Hernández y Fernández” de Blofeld, hacen de sus ocurrencias e ironías sus armas más importantes. Su magnífica educación y sus amplios conocimientos de ingeniería, les convierte en armas mortíferas, aunque en ocasiones, hasta el propio Bond no les tome muy en serio. Abanderados y apoyados por la comunidad gay, tanto por su relación como por su gusto por los diamantes, se han convertido en uno de los mejores secuaces malignos, pero a la vez, de los menos recordados…
Nick Nack (Hervé Villechaize) de “El hombre de la pistola de oro” (Guy Hamilton, 1974)
Altura: 119 cm / 3 ft 11 in
Peso: Dato desconocido.
Arma mortífera: Mordisco de vaca y cuchillo de Albacete.
Es el chico para todo de Scaramanga: chef, cocinero, jefe de lavado de botellas y asesino a sueldo. Se rumorea que en su ADN se puede encontrar genes tanto de Joselito como de Gizmo de los Gremlins. No se fíen de su aspecto cómico y jovial, porque es pequeño pero matón. En cuanto se despisten, se encontrarán con un cuchillo lanzado con saña a la yugular. Su capacidad para ocultarse en los lugares más insospechados, le hará ser un esbirro escurridizo y sorprendente. Miren en cualquier rincón de su casa (por inaccesible que sea), porque el “bueno” de Nick Nack puede estar esperándoles.
Tiburón (Richard Kiel) de “La espía que me amó” (Lewis Gilbert, 1977) y “Moonraker” (Lewis Gilbert, 1979)
Altura: 217 cm / 7 ft 1.5 in
Peso: Dato desconocido.
Arma mortífera: Chupetón de acero ligero y titanio.
Doctorado en el arte del mal y el asesinato durante su trabajo como doble del escualo de la película de 1977 de Spielberg, Karl Stromberg no dudó en contratarle para acabar con Bond. Sus más de dos metros y su pacto de silencio permanente, le hace ser un enemigo de altura para cualquiera. Su fuerza bruta se encuentra repartida entre sus enormes manos y su dentadura tratada durante muchos años a base de brackets. Tiene el privilegio de ser uno de los pocos secuaces que sobrevivió a Bond y, por ello, fue contratado por Hugo Drax para que acabara su trabajo. Quizás por eso, Tiburón le cogió cariño a nuestro agente secreto y, en el último momento, se planteó cambiar de bando…
May Day (Grace Jones) de “Panorama para matar” (John Glen, 1985)
Altura: 179 cm / 5 ft
Peso: Dato desconocido.
Arma mortífera: Pinza del cangrejo con el muslamen.
Esta entrenadora de artes marciales de origen exótico, mantenía una relación con Max Zorin, cuando James Bond se cruzó por su camino. Asesina letal, entre grabación y grabación de discos, consiguió acabar con varios compañeros del agente británico casi sin despeinarse (quizás los kilos de gomina de su look también tenían parte de su responsabilidad). Bond, como es habitual, quedó embelesado de sus encantos y terminó en las sábanas de May Day, aunque eso sí, asegurándose de ser ella “la que se coloca encima”. A cambio, ella le “regaló” un curso de submarinismo extremo y espeleología. Su redención colaboró a evitar la desaparición de Apple, Microsoft, Facebook,…
James Moriarty
Se dice, se rumorea que gracias a nuestro amigo al servicio de su majestad, ha habido en Inglaterra un brote de gonorrea, que se ha extendido más que el virus de Estallido. James, por favor, hay que tomar precauciones, que luego pasa lo que pasa...