Las listas de Moriarty: Los ángeles de Alfred Hitchcock
Querido Teo:
Acabo de llegar de mi club de caza de las afueras de Londres donde he estado practicando mi deporte favorito, el tiro al crítico de cine, trasnochado y viejuno. Son numerosos los trofeos que he ganado durante esta tarde gris y lluviosa, a pesar de que algunas piezas se han resistido a dejar este mundo de los vivos y pasar a mejor vida. Los he tenido que matar y rematar con abundante munición bañada en sulfuro de plata y algo de extracto de serie de televisión y aun así, algunos han seguido mordiendo y pataleando, gritando al unísono: “¡No!. ¡Al Spielberg de mis amores… ¡No!”.
Este humilde compatriota no entendía la razón por la que ese apellido de familia plebeya (nada que ver con las casas más nobles y señoriales de ambos lados del río Támesis), despertaba tanto respeto y miedo entre mis compañeros de cacería. Pero a pesar de ello, me he limitado a encargar a mis sirvientes que llevaran todos mis trofeos de caza al señor Rowland de Rowland Ward & Sons, nuestro eficaz taxidermista. Como suele ser habitual, las disecciones estarán listas para dentro de quince días (con su descuento correspondiente de un 10 por ciento por ser cliente habitual en sus servicios). Nunca se sabe si ante la victoria del “Argo” de Ben Affleck en los Oscar, hubiera sido mejor sentar en la butaca del Dolby Theater al Spielberg disecado antes que al original. Así nos hubiéramos ahorrado la mueca del derrotado-humillado… Porque una cosa es no ganar el Oscar ante una película de Scorsese, Coppola, Eastwood, e incluso, Jackson y Cameron, pero ¿ante Ben Affleck?. Sí, sí, el mismo que fue capaz de “actuar” en "Gigli" o "Daredevil", entre otras muchas…
Por otro lado y del acontecimiento importante del que te quería hablar, es que por fin al señor Hitchcock o “Tito Alfredo” como solíamos llamarlo tú y yo en la residencia de estudiantes de verano en Bloomsbury, le han dedicado un biopic sobre su vida, obra y milagros… Yo no sé si tú dormirás tranquilo, pero a mí personalmente me da mucho miedo que puedan contar alguna indiscreción suya, tuya (y muy especialmente mía) de aquellos tiempos juveniles y desenfrenados que vivimos. Pero sobre todo espero que no se revele el MacGuffin, que durante tanto tiempo hemos salvaguardado acerca de las películas que rodó Alfred. Ya sabes, ese que decía que en sus largometrajes las protagonistas eran todas “rubias de bote”, pero tenían el rosebud… Bueno te lo explicaré más detalladamente en persona y en voz baja la próxima vez que nos veamos.
Joan Fontaine en "Rebeca" (1940)
Pobrecita la buena e ingenua de Joan Fontaine, la hermanísima de Olivia de Havilland, que pensaba que casándose con un viudo millonario (el gran Laurence Olivier, con cara de mohíno estreñido durante toda la película) sus necesidades iban a estar cubiertas. Por supuesto, no tenía ni idea que iba a compartir sábanas no sólo con su marido recién estrenado, sino con el fantasma juguetón de su primera esposa, y que ésta le iba a torturar poco a poco, cual gota malaya cayéndole en su débil cabecita.
Cabe destacar la poderosísima fuerza del blanco y negro en las imágenes rodadas por Hitchcock en los interiores de la mansión de Manderley, residencia habitual de los De Winter y la inquietante actuación del ama de llaves Mrs. Danvers, interpretada por Judith Anderson, predecesora de la queridísima señorita Rottenmeier de "Heidi". Tiene el privilegio de ser la única cinta del genio de Leytonstone que consiguió el Oscar a mejor película (además del de mejor fotografía).
Grace Kelly en "La ventana indiscreta" (1954)
Ninguna actriz como Grace Kelly ha sabido encarnar la belleza y sensualidad que buscaba el señor Hitchcock en la gran pantalla. Una vez ya retirada de la interpretación y desempeñando sus funciones como princesa en el principado de Mónaco, el bueno de Don Alfredo se las vio y deseó para encontrar una nueva musa. Buscó y rebuscó por todo el establishment de Hollywood y, aunque con muy buenas intenciones, nunca logró encontrar una actriz como ella. Aunque le costó entenderlo, Grace era insustituible.
Con un trío protagonista en estado de gracia (James Stewart, Thelma Ritter y la propia Kelly), "La ventana indiscreta" es otra obra maestra de la Historia del cine. Con una trama sencilla y cercana a todos los espectadores, Hitchcock consigue introducirnos en la paranoia del protagonista e incluso nos hace partícipe de ella. Nunca se ha retratado mejor en el cine el vouyerismo como se hizo en esta película.
Kim Novak, perfecta en su papel de falsa esposa de un constructor maquiavélico y sin escrúpulos (y lo voy a dejar ahí para no caer en el spoiler y arruinar la trama, sobre todo para aquéllos que no la hayan visto…). A pesar de que el tinte rubio oxidado de la Novak canta a la legua (sobre todo cuando la buena de Kim está en su intento por hacerse los 100 metros mariposa bajo las gélidas aguas del Golden Gate de San Francisco), mucha gente la considera la mejor actriz de su generación (además de la más guapa y elegante), muy por encima de Marilyn Monroe, Grace Kelly,… “Torturada” por el bueno de Alfred durante la película, probablemente consiguió la mejor actuación de su carrera.
A pesar de contar con dos grandes estrellas como James Stewart y la comentada Novak, la película fue un completo desastre en el momento de su estreno. Por suerte, con el paso de los años, se le ha dado el estatus que se merece, y hoy en día, es considerada como la mejor película de Hitchcock.
Janet Leigh en "Psicosis" (1960)
"Psicosis" es considerada la película más perturbadora de la Historia del celuloide. La mítica escena de Janet Leigh en la ducha, se ha convertido en la escena más copiada, homenajeada, plagiada y parodiada. Tal fue su impacto y el carácter mítico que la envuelve, que se ha convertido en uno de los momentos emblemáticos del cine de terror. Muchas personas no han visto "Psicosis", pero todo el mundo ha visto o conoce la escena del asesinato en la ducha.
Magistralmente rodada y con un reparto perfecto, el maestro nos muestra como nadie el otro lado del sueño americano, a través de la pesadilla que aflige a Norman Bates, que vive aislado del mundo en su pequeño motel de carretera y sigue al dictado la estricta influencia de su madre. Con un final impactante donde los haya, nadie que haya visto la película puede conciliar tranquilamente el sueño en los moteles de carretera (aunque la mayoría de sus clientes no creo que vayan precisamente a eso…).
Tippi Hedren en "Marnie, la ladrona" (1964)
Marnie dulce Marnie, interpretada por Tippi Hedren, es decir, Nathalie Hedren, llamada Tippi por su padre de nacionalidad sueca (y que en sueco “tupsa” significa “cariño”). Marnie es una Winona Rider de los 60, que se encarga de robar a empresas, adoptando una nueva identidad tras cada nuevo golpe. Su animadversión enfermiza fuera de lo común al color rojo, la convertirá en una enigmática mujer, por la que se encontrará atraído Mark Rutland (un Sean Connery a los comienzos de su era Bond, y con una depilación de cejas, digna de estudio), que fascinado por su extraño comportamiento le hará chantaje para que se case con él.
Tras el acoso que sufrió durante el rodaje de "Los pájaros", Tippi no tuvo más remedio que volver a trabajar con Hitchcock por el contrato en exclusiva que había firmado. Su relación en lugar de mejorar fue a peor, llegando en los últimos días del rodaje a retirarle la palabra, y transmitirle todas las indicaciones a través de intermediarios…
James Moriarty