Las cinco secuencias de... Vincent Price
Querido primo Teo:
Se cumplen 100 años desde el nacimiento del inolvidable Vincent Price. El versátil actor estadounidense es conocido y admirado principalmente por sus actuaciones en películas de terror, aunque también ha trabajado en otras producciones, con directores tan respetados como Otto Preminger, Joseph L. Mankiewicz, Fritz Lang o Anthony Mann. Aprovechando la efemérides, es un buen momento para repasar la vida y obra de este gran artista a través de sus cinco secuencias más destacadas.
Vincent Leonard Price, Jr. nació en San Luis, Missouri, el 27 de Mayo de 1911 en el seno de una familia acomodada (su padre era el propietario de una fábrica de caramelos y su abuelo inventó la levadura química). De joven estaba muy interesado por la cultura y era muy buen estudiante, licenciándose en Bellas Artes e Historia del Arte en Yale y completando sus estudios en Londres. Además, comenzó a interesarse por el teatro, y en 1935 debutó profesionalmente en una obra que pronto interpretaría en Broadway. Después se uniría al Mercury Theater de Orson Welles. En 1938 firmó un contrato con la Universal y debutó en la gran pantalla, además de casarse por primera vez, con otra actriz de la compañía de Welles. El matrimonio duró 10 años, su contrato con la productora mucho menos. El actor no tuvo éxito en su primer contrato y se vio relegado a papeles secundarios. Además sufrió el mismo problema con su elevada estatura que otros grandes actores como Christopher Lee (el cual nació el mismo día que Price cumplía 11 años), no interesaba contratarlo junto a otros actores, mucho más bajos y más contrastados. Finalmente en 1940 rompió con Universal y la 20th Century Fox le ofreció un nuevo contrato con condiciones similares al anterior. Pero Vincent seguía sin triunfar, así que se centró en el teatro estando un par de años sin actuar en el cine. Por aquella época, su memorable voz le permitió ganar cierta fama en la radio, y en su regreso al cine, comenzó a destacar en algunos papeles memorables.
Laura (1944)
En 1944 el director alemán Otto Preminger hacía su debut en Usamérica con una cinta que se convertiría en todo un clásico del cine negro. Y junto a Gene Tierney y Dana Andrews, ahí estaba Vincent Price interpretando a Shelby Carpenter, el novio infiel de la protagonista, aunque en un primer momento, el productor Darryl F. Zanuck quería a otro actor para el papel. La película fue bien valorada por la crítica, ganando un Oscar de 5 nominaciones, y Price siempre la consideró como su favorita de entre toda su extensa filmografía.
Laura from Las 5 secuencias on Vimeo.
Los crímenes del museo de cera (1953)
Tras el éxito de “Laura”, empezó a ganar algo de fama y siguió actuando con grandes directores como por ejemplo en "El castillo de Dragonwick", el debut de Mankievicz, de nuevo junto a Tierney. Pero fue en una producción de bajo presupuesto que protagonizó, "El susto", donde empezó a forjarse su imagen de galán perverso. Dado que su caché había subido, la Fox no quiso renovar su contrato, así que participó en películas de diversas productoras. Por esa época, tras divorciarse de su primera mujer se volvió a casar con una diseñadora que compartía su afición por las bellas artes y la gastronomía. La falta de contrato y la necesidad de trabajo le obligó a aceptar producciones de escasa calidad. A principios de los 50 estaba algo cansado de hacer del malo de la película y quería apartarse fuera del género del horror, pero entonces surgió la oferta de protagonizar una gran producción: "Los crímenes del museo de cera" que lo reafirmó como el actor ideal para los personajes desquiciados, como podemos apreciar a la perfección en la secuencia que tenemos a continuación, que se corresponde con el comienzo de la película. El actor estuvo a punto de rechazar la oferta, pues tenía otra consistente en una comedia en Broadway que dirigiría José Ferrer. Esta película era un remake de otra de 1933, y fue un tremendo éxito de taquilla gracias a que se rodó en Natural Vision 3-D, que por aquel entonces si que era una novedad. Si ajustamos a la inflación, la película todavía se encuentra entre las 100 más taquilleras de la historia del cine.
Los crímenes del museo de cera from Las 5 secuencias on Vimeo.
La máscara de la muerte roja (1964)
Con el éxito de "Los crímenes del museo de cera", Price se consolidó definitivamente como una de las grandes estrellas de las películas de terror. Toda cinta del género que buscase un toque de calidad y distinción contaba con la emergente estrella. Así, en los siguientes 10 años aparecería en exitosas películas como "La mosca" o "El último hombre sobre la tierra" (también llamada "Soy leyenda", como la novela de Richard Matheson que adapta, en la que probablemente es la mejor adaptación del relato). Y también tuvo tiempo de actuar como secundario en otras producciones como "Los diez mandamientos" de Cecil B. DeMille, o "Mientras Nueva York duerme" de Fritz Lang. Pero donde alcanzó su cima fue en producciones de bajo presupuesto de Roger Corman adaptando al cine relatos de Edgar Allan Poe. Inolvidable es su participación en todas ellas: "La caída de la casa Usher", "El péndulo de la muerte", "La torre de Londres", "Historias de terror", "El cuervo", "El palacio de los espíritus", "La tumba de Legeia" y "La máscara de la muerte roja". Tal vez esta última haya sido la más exitosa, y a ella pertenece la siguiente secuencia, que se corresponde con parte del final de la película con la muerte roja recorriendo las distintas habitaciones.
La máscara de la muerte roja from Las 5 secuencias on Vimeo.
La comedia de los terrores (1964)
Aunque estuviera encasillado en el terror, también tenía tiempo para la comedia, como muestra la siguiente secuencia, perfecta unión entre comedia y terror. En esa época hizo varias películas en las que se parodiaba a si mismo, siendo la mostrada la mejor de todas ellas.
Eduardo Manostijeras (1990)
En los años siguientes seguiría haciendo películas (para cine y para televisión) consolidándose definitivamente como un actor imprescindible para el cine fantástico y de terror. En los 70 aparecía cada vez menos en producciones cinematográficas, en parte por la transformación del género hacia un estilo más sangriento y violento que no interesaba a Price, apareciendo más en la televisión y dedicándose más otra de sus pasiones como era la culinaria. Además volvería a divorciarse y casarse por tercera vez. A comienzos de los 80 hay que destacar la colaboración con un admirador suyo, el por entonces desconocido Tim Burton en el corto “Vincent” de 1982. Un interesante homenaje al actor por parte de Burton en una historia que protagoniza un niño que sueña ser como Vincent Price. Este corto de animación contaba con la voz del propio Price como narrador. Puedes verlo aquí en versión original subtitulada. La colaboración entre ambos continuaría años después en la película que catapultó a la fama a Burton y Depp, pero antes hay que mencionar otra colaboración de Price en otro corto. En 1983 su profunda voz resultaría para la parte narrada del Thriller de Michael Jackson. El pseudo-rap que se oye de fondo en ella está interpretado por Vincent Price. En 1990 Price se acercaba ya a los 80 años, pero aún tenía suficiente energía para aparecer en la película con la que comenzaría la fructífera relación entre Tim Burton y Johnny Depp. Su papel no fue tan largo como desearía el director por el deterioro en la salud de Price, pero aún así nos dejó otro personaje inolvidable, el del inventor. De todas las escenas de la película, me parece perfecto señalar la de la muerte del inventor con las manos del protagonista.
Eduardo Manostijeras from Las 5 secuencias on Vimeo.
"Eduardo Manostijeras" sería la última aparición en la gran pantalla de Price, que perdería a su esposa poco después y el mismo fallecería el 25 de octubre de 1993 de cancer de pulmón. Y con el desaparecería el último de los grandes actores del terror clásico junto a Lugosi, Karloff, Lorre y Chaney.
Tu primo.
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Yo no creo que el haya desaparecido junto con los otros grandes, sí no que su espíritu permanecerá en los corazones de sus seguidores y al igual que Edward manos de tijera, somos inventos suyos, inventos del gran inventor del horror.