Las cinco secuencias de... Bradley Cooper
Querido primo Teo:
Como muchos otros actores antes, Bradley Cooper ha decidido dar el salto al otro lado de la cámara con la dirección de “Ha nacido una estrella”, la cuarta versión en cines que esta vez protagoniza el actor junto a Lady Gaga y que le ha servido para estar muy presente en la carrera de premios a pesar del batacazo en los Globos de Oro donde sólo la canción de Lady Gaga se llevó el premio. Pero además, la nueva película de Clint Eastwood, que Bradley protagoniza junto al veterano actor y director, acaba de estrenarse en Usamérica y aquí llegará a principios de Marzo. Así que parece un momento muy oportuno para repasar su carrera a través de sus cinco secuencias más destacadas.
Bradley James Cooper nació el 5 de Enero de 1975 en Filadelfia. Es hijo de un broker de la bolsa de ascendencia irlandesa y una trabajadora de la NBC descendiente de italianos, y tiene una hermana mayor. De niño le descubrieron un colesteatoma, un tumor benigno en el oído que puede causar sordera. Tuvieron que operárselo varias veces para evitar que perdiera la audición. Finalmente le quedó un agujero, el no poder seguir buceando como le gustaba de niño y tener que bañarse con unos tapones especiales. Otras de sus aficiones fueron la cocina y el baloncesto. Su inspiración para convertirse en actor llegó cuando su padre le puso películas como “El hombre elefante” (1980). Precisamente interpretando un papel teatral de “El hombre elefante” años después, fue como sus padres empezaron aceptar la carrera elegida por su hijo que, tras estudiar Inglés en la Universidad, se anotó en interpretación en el Actor´s Studio de Nueva York. Antes de lograr este segundo título, llegaría su debut tras la pantalla, con una breve aparición junto a Sarah Jessica Parker en “Sexo en Nueva York”. También trabajó de portero en un hotel mientras terminaba sus estudios. En 2001 daría el salto al cine, con un pequeño papel en “Wet hot american summer”, lo que hizo que tuviera que perderse la ceremonia de graduación en el Actor´s Studio por coincidir con el rodaje. Pronto fue elegido para más papeles cinematográficos, pero el personaje por el que muchos lo conocimos fue uno televisivo: Will Tippin, el amigo de Sydney Bristow (Jennifer Garner) en "Alias" (2001-2006). Durante esta época, trabajó bastante más en televisión que en cine, aunque apareció también en alguna película más. Pero lo más importante fue la mencionada serie de J.J. Abrams. La serie dejó de emitirse en 2006, y a partir de ahí empezó a tener más oportunidades en la gran pantalla, hasta que llegó una comedia que lo lanzaba definitivamente al estrellato.
Resacón en las Vegas (2009)
La historia de “Resacón en las Vegas” se inspira en hechos reales, pues un productor y amigo de uno de los ejecutivos de esta película hizo su despedida de soltero en Las Vegas, no consigue recordar nada de lo que pasó pero se despertó con una gran factura que pagar. A partir de este hecho, los guionistas crearon una divertida historia que luego fue modificada por el propio director Todd Phillips, que le añadió algunos gags e ideas más como el de Mike Tyson, el tigre y el bebé, algunos de los cuales puedes ver un poco más abajo en la secuencia de la mañana siguiente, uno de los momentos más recordados de esta alocada comedia. Brad tuvo suerte de ser elegido para coprotagonizar esta película. Ed Helms, Zack Galifianakis y él no eran los primeros candidatos a los papeles, otros actores más conocidos como Paul Rudd, Jack Black o Jake Gyllenhaal fueron opciones previas del equipo de casting, pero rechazaron el papel. Y los tres que finalmente protagonizan la película ya se conocían, lo cual resultó muy beneficioso para la química de sus personajes. También Lindsay Lohan renunció al papel y el Estudio empezó a preocuparse por la falta de estrellas. Tanto que dudaban de la financiación así que el director tuvo que convencerles cambiando un pago inicial a su trabajo por un porcentaje de la taquilla (lo cual sería un gran negocio dado el gran éxito del film). El rodaje se llevó a cabo principalmente en el Caesar Palace, aunque la suite destrozada se recreó en el Estudio. Fue bastante extenuante y demandante fisicamente. Brad comentaba del rodaje que en Las Vegas nadie se fijaba en ellos, aunque apareciera ensangrentado y con rasguños de tigre en el cuello. Eso sí, nadie perdió un diente. Helms lleva una prótesis dental desde los 16 años, dado que no le nació uno de sus dientes definitivos y, con el asesoramiento de su dentista, se lo retiró para rodar la película. “Resacón en Las Vegas” tuvo críticas positivas y ganó el Globo de Oro a la mejor comedia del año, pero sobre todo fue un tremendo éxito de taquilla, con casi 500 millones de dólares de recaudación, convirtiéndose en su día en la comedia de su clasificación por edades más taquillera (y 10 años después aún está entre las 5 películas con calificación "R" con mayor recaudación en Usamérica). Por ello, Cooper empezó a ser conocido, e incluso logró algún premio, aunque nada comparado con las siguientes películas que comentaremos.
El lado bueno de las cosas (2012)
“El lado bueno de las cosas” fue la película que consagró a Brad. Ya se había convertido en un actor famoso gracias a “Resacón en Las Vegas”, y siguió aumentando su fama con películas como “El equipo A” (2010), donde interpretaba a Fénix, “Sin límites” (2011), la segunda parte de “Resacón en Las Vegas” (2011), “El ladrón de palabras” (2012) o “Cruce de caminos” (2012) pero fue su papel junto a Jennifer Lawrence el que le valió para acumular premios. La película, basada en el libro del mismo título cuyos derechos de adaptación adquirieron los hermanos Weinstein incluso antes de que fuera publicado, estaba pensado en un principio para encargárselo a Sydney Pollack y Anthony Minghella pero, al fallecer ambos, toda la tarea terminó en manos de David O. Russell, tanto guión como dirección. Dice que llegó a realizar cerca de 20 reescrituras de la historia en 5 años, muy implicado también por motivos personales al tener un hijo bipolar igual que el protagonista que terminaría encarnando Cooper. Russell quería al actor para otro de sus proyectos: “Orgullo, prejuicio y zombies”, pero nunca terminó de llevarlo a cabo, así que acabó en esta película. David comentaría después en algunas entrevistas que el principal motivo que le llevó a su contratación fue que notó que el actor parecía estar enfadado e intentando controlarse, lo que quedaba genial para el personaje. Para la protagonista femenina eligieron en un principio a Anne Hathaway, pero al coincidir el rodaje con la tercera parte del Batman de Nolan, tuvieron que buscar a otra actriz. El director no creía que Jennifer Lawrence fuera la adecuada para el papel, sobre todo por la diferencia de edad con Brad, pero aceptó que hiciera la audición y con ella cambió totalmente de idea. Ninguno de los protagonistas tenía experiencia previa en el baile, así que tuvieron que trabajar semanas con la coreógrafa Mandy Moore (no confundir con la actriz y cantante del mismo nombre), conocida en Usamérica por colaborar en varios programas televisivos de búsqueda de talentos, y que luego trabajaría en otras películas como “La la land”. La película se estrenó en el Festival de Toronto ganando el Premio del Público y siendo muy bien recibida por la crítica. La taquilla fue muy buena y fue una de las películas del año en los Oscar logrando nominación en las 4 categorías interpretativas además de en película, dirección, guión y montaje. Cooper estuvo siempre presente en la carrera de premios, logrando multitud de nominaciones, aunque tener enfrente una actuación tan memorable como el Lincoln de Daniel Day-Lewis le impidió llevarse la mayoría de los premios. O. Russell declaró que la secuencia que podemos ver a continuación, que cierra el segundo acto de la película, fue la que más le costó.
La gran estafa americana (2013)
David O. Russell mantuvo su buena racha con “La gran estafa americana”, para la que de nuevo contó con Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, junto a Christian Bale y Amy Adams, entre otros actores. Todo comenzó con un guión de Eric Warren Singer que llegó a situarse entre los diez mejores de la famosa Black List de los no producidos. Finalmente, fue O. Russell el que se decidió a llevar a cabo la película, eso sí, reescribiendo buena parte del guión para darle un tono más caricaturesco a los personajes (la historia está basada en una operación real del FBI de los años 70 y 80). O. Russell ya tenía en mente a los actores cuando modificó el guión, aunque por el camino hubo ciertos cambios. En principio el protagonista iba a ser Christian Bale con Cooper en el papel que interpreto finalmente, pero problemas de agenda hicieron que Brad asumiera el papel protagonista en mitad de la producción. Sin embargo, el calendario de Bale se despejó y ambos recuperaron sus papeles iniciales. Se trataba de una nueva gran transformación física del actor galés, que si en “The fighter” perdió bastantes kilos en esta nueva película con O. Russell le tocó engordar. Tan acusado fue su cambio que, cuando llegó Robert De Niro al set de rodaje, fue incapaz de reconocerle. En cuanto a Brad, suya fue la idea del peinado de su personaje así como la de aparecer con rulos en una de las secuencias de la película. Y le permitió mantener su buena racha con su segunda nominación al Oscar por este papel. La película funcionó bien en taquilla y logró multitud de premios y nominaciones, incluyendo todas las importantes en los Oscar (película, director, guión, las cuatro de interpretación, montaje y otros dos), aunque finalmente se quedó a una del record de “El color púrpura” logrando 0 premios de 10 en la ceremonia de la Academia de Hollywood.
El francotirador (2014)
Cooper mantuvo la racha y por tercer año consecutivo lograba la nominación al Oscar con “El francotirador”. Basada en el libro autobiográfico de Chris Kyle del mismo título, el actor se interesó desde un principio por la historia entrando en la producción de la misma. Brad quería que fuera Chris Pratt el protagonista (con el que después coincidió en “Guardianes de la galaxia”, aunque Cooper sólo pone la voz del mapache), pero la Warner adquirió los derechos con la condición de que fuera Brad el encargado de interpretar a Kyle. O. Russell se interesó por la dirección de la película, pero el anunciado por la productora fue Steven Spielberg. Muchas ideas del director de “La lista de Schindler” se incorporaron al guion profundizando en el conflicto psicológico del protagonista, pero el presupuesto insuficiente para lo que quería hacer le llevaron a abandonar el proyecto, encontrando en Clint Eastwood el sustituto perfecto. El director de “Sin perdón” (1992) resultó perfecto para llevar a Cooper a un papel algo distinto a lo que nos tenía acostumbrados, ganándose los halagos de la crítica que en muchos casos sitúan esta como su mejor interpretación. Cooper se tomó muy en serio el papel, convencido de que podía transformarse en Kyle al tener la misma edad, estatura y talla de zapatos. Para lograrlo, empezó a tomar cerca de 6.000 calorías diarias mientras ganaba masa muscular en un gimnasio con un entrenador personal cuatro horas diarias durante varios meses. También trabajó su acento con un experto y estudió a fondo grabaciones del auténtico Chris Kyle, recibió instrucciones en el uso de armas e incluso llevó el mismo calzado que el personaje real. Y el resultado fue magnífico dado que, además de la crítica, también respondió el público, con la mejor taquilla de siempre en el fin de semana de estreno para Eastwood, y con multitud de premios recibidos, incluyendo 2 nominaciones al Oscar, como actor y como productor al estar entre las candidatas a mejor película. La secuencia que podemos ver a continuación es inventada, nunca hubo una mujer con su hijo atacando un tanque, pero sin duda resulta un momento muy impactante.
Ha nacido una estrella (2018)
En 1937, David O. Selznik produjo una inolvidable historia protagonizada por Janet Gaynor. La exitosa película se repetiría en los años 50 con Judy Garland y en los 70 con Barbra Streisand y en 2011 Clint Eastwood planeaba realizar otro remake con Beyoncé de protagonista, pero el proyecto se retrasó por el embarazo de la cantante. Mientras, para el protagonista masculino se habló con Christian Bale, Tom Cruise, Leonardo DiCaprio, Johnny Depp y Will Smith. Mientras que Beyoncé abandonó el proyecto, empezó a pensarse en Bradley Cooper para el coprotagonista. Fue entonces cuando el actor coincidió con Eastwood en “El francotirador” (2014), y este terminó por pasarle el proyecto, tras llevar a cabo su historia musical con “Jersey boys” (2014). En 2015 se anunció oficialmente que Cooper debutaría tras las cámaras con esta película, en la que además participó en el guion, producción y música. El personaje de Jack tiene ciertas similitudes con el propio actor, puede que sea parte de su aportación al guion. Así, también sufre de problemas de oído como le pasara de niño al actor y, sobre todo, también Cooper tuvo graves problemas con el alcohol y las drogas. Varias veces ha declarado en público que estar sobrio es lo que le salvó la vida y su carrera. El actor y director empezó a interesarse por Lady Gaga para el papel protagonista tras verla en “American horror story: Hotel” (2015). Logró convencerla de que se subiera al proyecto y ella le convenció a el de grabar en directo las canciones. Así que Brad tuvo que prepararse de manera exhaustiva. Para actuar, dijo estar influído por Neil Young. Hace unos años Neil contrató al grupo de Lukas Nelson para tocar en su gira y Bradley se fijó en los acompañantes. No quería a actores para interpretar a los músicos, quería un grupo de verdad, así que después de verle actuar en un festival musical se acercó a Lukas Nelson para pedirle que se encargara del acompañamiento musical en las actuaciones en directo de la película y le ayudara con la música del film. Éste le enseñó a tocar la guitarra, y estuvo practicando con él en su sótano cerca de un año, escribió algunas canciones y se reunió con Lady Gaga para escribir juntos otras. Mientras, un veterano entrenador vocal trabajó con Bradley para que mejorara sus dotes como cantante. Terminada la película reconocería que pensaba que lo de cantar bien resultaría mucho más fácil, no se imaginaba que todo el proceso de aprendizaje le resultaría tan largo. Para grabar algunas de las escenas en directo, cobraron 10 dólares de entrada a los fans de Lady Gaga para que participaran como público y vieran en directo el rodaje. En uno de sus conciertos en Boston, Gaga pidió a su público que coreara el nombre de Ally y así pudieron utilizar esto en la película. Curiosamente, Cooper grabó una canción en un festival justo antes de la actuación en directo de Kris Kristofferson al que incluso presentó al terminar su breve actuación. Kristofferson era el protagonista masculino de la versión de Barbra Streisand. Otra anécdota fue que cuando Bradley escuchó cantar La vie en rose a Lady Gaga en un evento benéfico se quedó tan entusiasmado que no paró hasta convencer a la cantante para que la incluyera en su repertorio de la película. “Ha nacido una estrella” está siendo un gran éxito crítico y de taquilla y tiene una gran presencia en la carrera al Oscar que podría reportarle a Cooper su primer premio de la Academia al ser candidato en las categorías de película, actor y guión adaptado.
En breve volveremos a ver al actor en “Mula”, la nueva película de Clint Eastwood y ya está preparando su segunda película como director, de la que también es protagonista y coguionista: un biopic sobre Leonard Bernstein. Brad también es el productor de esta cinta junto a gente tan importante en la industria como Steven Spielberg y Martin Scorsese.
Tu primo.
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