"Jurassic world"

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El argumento: Nueva entrega de la saga iniciada por Steven Spielberg. 22 años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic World, con versiones “domesticadas” de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir a la perfección y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie todavía desconocida, y que es mucho más inteligente de lo que se pensaba, comienza a causar estragos entre los habitantes del Parque.

Conviene ver: "Jurassic world" es un reboot del gran éxito noventero de Spielberg como si las otras dos películas que vinieron después nunca hubieran existido. Algo que también ha hecho “Mad Max: Furia en la carretera” y que ayuda a dar personalidad y libertad a la hora de no quedar subyugado por el referente. Aunque la cinta funciona como un blockbuster modélico, su principal arma es la nostalgia ya que gran parte de los espectadores de esta nueva cinta acuden a las salas con los acordes en su cabeza de la melodía de John Williams y de las sensaciones que provocó en esa generación esa cumbre del cine de entretenimiento que fue “Parque Jurásico” de la que se recuerdan las enormes colas para verla. Eso sí, aunque ese dosificado valor emotivo fruto del recuerdo sea muy agradacible, y sea un guiño cómplice con buena parte de su público explayándose mucho en esa faceta no sólo por la estructura de la historia con aventurero, científica y niños sino también por momentos que se rememoran, la cinta nunca termina de destacar y, aunque se anima en la parte de más acción de la película, es bastante torpe en el desarrollo narrativo y en el tratamiento de personajes, más cuando los dinosarios no son tan estrellas como en la cinta de 1993 y se pierde valor didáctico y científico que era uno de los atractivos de aquella. A Chris Pratt le da igual estar aquí domando velociraptores que opositando para Indiana Jones, no se luce como en “Guardianes de la galaxia” más que nada porque el guión no le ayuda, y lo más interesante es que pueda formar parte de esta ingeniosa teoría que enlazaría las dos películas. Bryce Dallas Howard termina siendo la típica estirada que acaba enfangándose en la trama aunque veamos escenas tan improbables como correr delante de los bichos con sus supertacones. Los niños no provocan rechazo y sorprenden Jake Johnson y Vincent D´Onofrio, aunque tenga un personaje que se sepa por donde va a ir desde el minuto uno. A pesar del atractivo que siempre han generado los dinosaurios, esas criaturas llenas de enigmas a y los que nuestra especie no conoció, se vuelve a dejar claro que los experimentos con gaseosa y que la manipulación genética siempre tendrá una letra pequeña que puede desbocarse con consecuencias letales. Lo mejor es que sepa de donde viene y maneje muy bien el peso del referente pero lo peor es un entretenimiento desigual y unos efectos especiales y unos dinosaurios que dejan mucho de desear respecto a los impresionantes y revolucionarios que vemos en su día. Una muestra de lo que puede pasar con la burbuja del cine palomitero, que la capacidad de sorpresa pase a ser nula y que todo suene a ya visto.

Conviene saber: Colin Trevorrow salta a las ligas grandes después de triunfar en los circuitos independientes con la cinta de culto “Seguridad no garantizada” (2012).

La crítica le da un SEIS