In Memoriam: Rutger Hauer, mucho más que Roy Batty
Querido primo Teo:
Rutger Hauer era un mozo rubio como la cerveza tal y como entonaba la gran Concha Piquer en “Tatuaje”. El actor holandés, que alcanzó la inmortalidad gracias a su interpretación del replicante Roy Batty en “Blade Runner” de Ridley Scott, falleció el pasado 19 de Julio la edad de 75 años en su país natal víctima de una enfermedad fulminante tal y como ha anunciado su representante a la prensa en el momento en el que se ha celebrado su funeral. Es injusto limitarnos únicamente a un solo papel, Hauer fue mucho más que un “one film wonder”, fue el actor fetiche de Paul Verhoeven y también trabajó con Sam Peckinpah, Richard Donner, Phillip Noyce en incluso con Christopher Nolan y Dario Argento.
Nacido en Enero de 1944 en Utrecht (Holanda) en el seno de una familia de artistas, aunque a él ese mundo no le interesó demasiado hasta bien pasada la adolescencia. De formación teatral, fue parte de un grupo experimental, debutó en la televisión a finales de la década de los 60 y fue en este medio en donde conoció al director que sería clave en la primera fase de su carrera y que posibilitó su salto al cine internacional: Paul Verhoeven. Con él rodó “Eric, oficial de la reina”, “Delicias turcas”, “Una novia llamada Katty Tippel” y posteriormente “Los señores del acero”. Su presencia implacable, su 1,90 de altura, su pelo rubio y su piel socarrada por el sol le convertían en villano perfecto para la saga Bond, era como el albino Robert Shaw en "Desde Rusia con amor" pero sin un bote de agua oxigenada en la cabeza. Eso lo supieron ver en Hollywood y su salto a la fama le llegó con “Halcones de la noche” en donde se enfrentaba a Sylvester Stallone.
En 1982 le llegó el papel que terminó encumbrándole, el de Roy Batty en “Blade Runner” de Ridley Scott. En el momento de su estreno tanto la crítica como el público la ignoraron pero, con el paso de los años y gracias a las reposiciones en televisión y sus múltiples reediciones, ese replicante que protagoniza uno de los suicidios más hermosos de la Historia del cine (cuyo monólogo fue improvisado por parte del actor ante la libertad que dio el director durante el rodaje) se convirtió en un icono del séptimo arte y le ha permitido a actor holandés sobrevivir en la memoria de los espectadores porque ha sido habitual su participación en diversas convenciones celebradas por prácticamente todo el mundo.
Tras ese film llegaron “Clave: Omega” de Sam Peckinpah, “Lady Halcón” de Richard Donner, que es un pequeño clásico para los que crecimos durante los 90 gracias a sus reposiciones en televisión, “Carretera al infierno”, “La leyenda del santo bebedor” de Ermanno Olmi (una de sus mejores interpretaciones) y “Furia ciega” de Robert Harmon. Por el telefilm “Escape de Sobibor” se llevó el Globo de Oro en 1988.
Su carrera comenzó a decaer a finales de la década de los 80. Era un actor magnífico pero su imagen estaba demasiado anclada a una época y no logró huir del encasillamiento. En ese momento se convirtió en un habitual del mundo de la publicidad, fue imagen de la cerveza Guinness, y también en carne de videoclub ya que la mayoría de sus películas se estrenaban directamente en vídeo. No dejó de estar vinculado al cine holandés y en 1999 recibió el premio al mejor actor del siglo XX.
Breves papeles en “Confesiones de una mente peligrosa” de George Clooney y “Batman begins” de Christopher Nolan, o en la más reciente “Los hermanos Sisters” de Jacques Audiard en el papel del Comodoro, nos hicieron recordar a aquel actor de belleza nórdica que era mucho más que una presencia ya que era capaz de darle hondura a cualquier tipo de papel. No tuvo la carrera más afortunada y verle en títulos como “Drácula 3D” de Dario Argento daba muchísima pena porque alguien de su talento merecía algo mejor. En la televisión encontró un refugio tanto en Holanda como en Estados Unidos en donde llegó a participar en la serie “True blood”. La muerte le sorprendió después de rodar “Viy 2” junto a Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan cuyo estreno está previsto para este verano.
Mary Carmen Rodríguez
Falta: La Ciudad de Cartón d'Ermano Olmi
Estoy en shock. Un gran actor que el cine no supo aprovechar como merecía. En todo caso, su papel de Roy Batty le ha dado el mejor Óscar, el de verdad, la inmortalidad en una de las más grandiosas películas de la historia del cine, y en ese Olimpo hay muy pocos elegidos. Descansa en paz Roy Batty.
Un gran actor muy desaprovechado para mí gusto junto con compañeros de generación como Tom Berenger o Mickey Rourke. Su época dorada fue en los 80 y en sus inicios en el cine holandés. Después se perdió en b Movies y Directo a DVD. Aunque algunas como Furia Ciega son entretenidas. Lo importante es que no será olvidado y eso no se puede decir de muchos actores.
Descansa en paz Rutger.