In Memoriam: Maureen O´Hara, presencia pelirroja
Querido Teo:
A los 95 años ha fallecido una de las presencias más estimulantes del Hollywood clásico, la de la pelirroja Maureen O´Hara, irlandesa de pura cepa que cumple el canon de mujer con poderío y determinada y que brilló junto a John Ford y John Wayne y cuando el technicolor explotó toda su belleza. Menos de un año después de ser receptora de un merecido Oscar honorífico, siendo la 11ª mujer en haberlo recibido, su muerte deja su presencia ya elevada a recuerdo y mito.
La eterna pelirroja ha paseado su figura por grandes clásicos del cine al lado de estrellas como Charles Laughton, John Wayne, Tyrone Power, Douglas Fairbanks Jr. o Henry Fonda en “Posada Jamaica” (1939), “Esmeralda, la zíngara” (1939), “¡Qué verde era mi valle!” (1941), “El cisne negro” (1942), “Esta tierra es mía” (1943), “El sargento inmortal” (1943), “Las aventuras de Buffalo Bill” (1944), “Los piratas del mar Caribe” (1945), “De ilusión también se vive” (1947), “Simbad el marino” (1947), “Río grande” (1950), “Tripoli” (1950), “El hombre tranquilo” (1952), “La pelirroja de Wyoming” (1953), “Fuego sobre África” (1954), “Escrito bajo el sol” (1957), “Nuestro hombre en La Habana” (1959), “Tú a Boston y yo a California” (1961), “El gran MacLintock” (1963) o “Yo, tú y mamá” (1991), entre muchas otras. El telefilm “El último baile” (2000) fue su último trabajo.
Semiretirada desde los años 70, estuvo abonada a papeles de mujeres temperamentales y con cierto toque aristocrático, y sus últimos años había perdido movilidad y vivía postrada en una silla de ruedas. La muerte le sorprendió de manera dulce, mientras dormía escuchando la banda sonora de “El hombre tranquilo”, película por la que siempre será recordada.
Nacho Gonzalo