In Memoriam: Malik Bendjelloul, el director de "Searching for sugar man"
Querido Teo:
A los 36 años ha sido encontrado muerto el director sueco Malik Bendjelloul, responsable de uno de los mayores fenómenos vividos nunca en el terreno del cine documental. Y es que Bendjelloul fue el director de "Searching for sugar man", emocionante trabajo que demostraba que el género podía no sólo moverse en el terreno de la denuncia o la recreación histórica, sino en también ofrecer un delicioso recorrido musical con gran ritmo e interés descubriéndonos el siempre sorprendente caso de Sixto Rodríguez, el músico descubierto en un bar de Detroit de los años 60 que parecía destinado a ser el nuevo Bob Dylan pero que, finalmente, apenas vendió copias en Estados Unidos hasta que, por un azar del destino, terminó convertido en todo un icono convirtiéndose sus temas en himnos en la lucha contra el Apartheid.
Bendjelloul, periodista especializado en documentales musicales para la televisión de su país, vio como el proyecto, que era concebido inicialmente como un documental de apenas media hora, cobró visos de largometraje ante el potencial de unas canciones por descubrir que permitían dar empaque y enjundia a la particular existencia de Rodríguez. El germen del documental surgió en un viaje de Bendjelloul a Sudáfrica donde descubrió la importancia de culto a un nombre que nadie conocía fuera de allí y que, según la leyenda, era un espíritu libre que incluso se había suicidado en un concierto tras el fracaso de sus trabajos discográficos, así como el entrar en contacto con la historia de Stephen Segarmen, fan de Rodríguez que descubrió que su mito estaba vivo y con el que incluso pudo hablar por teléfono. A pesar de las dificultades que supuso encontrar financiación, Bendjelloul decidió dirigir, escribir y montar el mismo de manera casi obsesiva y absorbente este proyecto de gran potencial, emprendiendo una fascinante aventura de tres años, recogiendo las declaraciones de expertos musicales y personas que conocían (o habían oído hablar) de este prodigio, del que que todavía se antoja inexplicable que nadie al margen de Sudáfrica hubiera reparado en él, para después hacerse preguntas sobre qué fue de él y como había digerido su poca fortuna musical.
“Searching for sugar man” llegó a las pantallas españolas en Enero de 2013 y, junto al triunfo en Sundance y el Oscar como cúspide de una carrera de premios en la que no hubo discusión a la hora de destacarlo como el documental del año, se convirtió en todo un fenómeno social aguantando con un gran promedio de recaudación durante muchas semanas en los cines e interesándose por la figura de un autor desconocido que dejaba para la posteridad unas canciones de gran calidad y significado que no merecían caer el olvido. El valor y la importancia de la música que no entiende de objetividades, sino de sentimientos y emociones a la hora de convertirse en emblema de las luchas en pro de la dignidad y la justicia. Un único trabajo para un artista joven y prometedor que ha dejado toda una obra maestra para el espíritu y los sentidos, desapareciendo tristemente entre las sombras como ese Rodríguez anónimo y abrigado por las calles nevadas y suburbiales de Detroit que, alejado de la repentina fama cosechada gracias a este trabajo, encontró en la historia de un fracaso musical el mayor de los éxitos.
Nacho Gonzalo