In Memoriam: Leonard Nimoy, vulcaniano y humano
Querido Teo:
Ha fallecido uno de los iconos de la ciencia ficción y uno de esos actores que, hicieran lo que hicieran, aunque vivieran seis vidas, siempre están ligados a un personaje. Leonard Nimoy nació para ser el comandante Spock, este híbrido de humano y vulcaniano fiel e inseparable colaborador del capitán Kirk en las aventuras de “Star Trek”. La causa del fallecimiento ha sido una enfermedad pulmonar por la que ha dejado este mundo terrenal a los 83 años formando parte ya del estrellato cinéfilo audiovisual.
En el blog de Yo no me aburro encontramos un repaso a los mayores homenajes que se le han rendido durante todos estos años a través de guiños cinéfilos, seriéfilos o publicitarios.
Nimoy era el contrapunto perfecto al socarrón y jovial Kirk, un tipo frío e inexpresivo pero con gran sabiduría y lealtad. Él mismo creó el imitado saludo (con los dedos separados) del personaje y siempre estuvo asociado a él en las diversas películas y episodios de la saga, así como en sucedáneos que intentaban seguir la estela. Hizo infinidad de apariciones televisivas en otras producciones, llenas de nostalgia, siendo el referente del personaje de Jim Parsons en “The Big Bang Theory” o en el recurrente Dr. William Bell de “Fringe”, serie de culto reciente. No es de extrañar que su último trabajo en cine fuera su breve aparición en “Star Trek: En la oscuridad” (2013) dando el testigo a Zachary Quinto.
Entre los aspectos más desconocidos de su biografía tenemos que fue un eficiente y sorprendente director, responsable de “Misión: Salvar la Tierra” (1986), una de las cumbres de la propia saga de “Star Trek”, de la comedia “Tres hombres y un bebé” (1987) o “El precio de la pasión” (1988), así como un consumador fotógrafo interesado por el desnudo femenino y también intérprete ocasional de música folk. Larga vida y prosperidad.
Nacho Gonzalo