In Memoriam: Buenas noches, señor monstruo. Antonio Mercero nos ha dicho adiós

Querido Teo:

Unas de las figuras más importantes del audiovisual español falleció ayer a la edad de 82 años en Madrid tras una larga lucha contra el Alzheimer, que lo obligó a retirarse de la vida publica en 2006. En el año 2010 fue galardonado por la Academia de Cine con el Goya de Honor por su extensa y prolífica trayectoria. Una trayectoria marcada por el buen hacer, la profesionalidad y la dignificación y manejo de de un oficio que le reportó grandes éxitos tanto en cine como en televisión. Una trayectoria que ya querrían muchos para sí. Padre de algunos de los productos audiovisuales más famosos que ha dado nuestro país. Una trayectoria irrepetible que quedará para siempre.

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Mercero, nacido en Lasarte en 1936, estudió Derecho durante los años de la posguerra, licenciándose en 1959. Aunque su verdadera vocación se encontraba en el cine, que no tardó en manifestarse mediante el cortometraje “La oveja negra”. Tras su primer contacto, se matriculó en la Escuela de Cine y su segundo cortometraje, “Lecciones de arte”, fue galardonado con la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián en 1962.

Con un comienzo tan prometedor, Mercero rueda su primera película en 1963 titulada “Se necesita chico”. Tras su debut en el largometraje, Mercero, como muchos otros compañeros de promoción se dedica al naciente medio televisivo en nuestro país y trabajó hasta 1970 como documentalista. Luego alternaría sus trabajos en cine y televisión durante el resto de su carrera.

En 1972, y basado en un argumento del siempre infravalorado José Luís Garci, dirige una de las obras cumbres de la televisión española; el telefilme “La cabina”. Una desasosegante metáfora de la sociedad de la época (que perfectamente podría estrenarse hoy, ya que no ha envejecido ni un ápice) protagonizada por un inmenso  José Luis López Vázquez. “La cabina” gozó de tal éxito que llegó a ganar un Emmy Internacional.

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Tras finalizar la serie documental “Crónicas de un pueblo”, Mercero dirigió “Manchas de sangre sobre un coche nuevo”(1975), “La guerra de papá” (1977), “Tobi” (1978) y en 1981 se produjo uno de esos monentos que cambian para siempre la historia audiovisual de un país. Si bien el impacto de “La cabina” fue enorme, no habría ni punto de comparación con lo que estaba por venir. Probablemente, la serie de televisión más famosa de todos los tiempos y cuyo legado es tal que a día de hoy se nota su influencia en varias producciones de corte similar. Estamos hablando de “Verano azul”.

Con sólo 19 episodios, Mercero consiguió transmitir las inquietudes de la preadolescencia, las alegrías de la infancia y el trauma de la pérdida de un ser amado a través de la historia de las vacaciones de un grupo de niños en la playa de Nerja. El personaje de Chanquete, al que dio vida un Antonio Ferrandis en estado de gracia, es uno de los mentores audiovisuales que más han marcado a las generaciones venideras. La muerte de Chanquete forma parte del imaginario colectivo patrio. Pocos creadores pueden jactarse de haber logrado algo así. Mercero fue uno de ellos.

Tras la floja, pero simpática “Buenas noches, señor monstruo” en 1982, vino la serie “Turno de oficio” (1986), la gran “Espérame en el cielo” (1988), “Don Juan, mi querido fantasma” en 1990 y, de nuevo, otro de esos milagros televisivos (uno es coincidencia, dos talento, pero tres es maestría) “Farmacia de guardia” (1991-1995).

Las historias en la farmacia de Lourdes Cano se convirtieron en una cita obligada para los espectadores españoles durante cuatro años y, a día de hoy, sigue ostentando el record de ser la serie española más vista de toda la Historia del país. Poca broma.

En 1998 dirigió “La hora de los valientes” con Gabino Diego, Leonor Watling y Adriana Ozores, que recibió un Goya a la mejor actriz de reparto. En 2003 dirigió la tierna “Planta 4ª” y en 2007 estrenó su último trabajo “¿Y tú quién eres?”, protagonizado por Manuel Alexandre y su eterno amigo José Luís López Vazquez, afrontando el tema del Alzheimer del que Mercero ya estaba diagnosticado.

Se nos va uno de los más grandes creadores que ha dado nuestro país. ¡Antonio Mercero ha muerto! Buenas noches, señor monstruo.

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Sr. Finch