"Grace de Mónaco"

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El argumento: Grace Kelly es una gran estrella de cine con una brillante carrera cuando contrae matrimonio con el príncipe Rainiero de Mónaco en 1956. Seis años más tarde, mientras su matrimonio está pasando por serias dificultades, Alfred Hitchcock le ofrece la oportunidad de volver a Hollywood para hacer el papel de Marnie en su próxima película. Al mismo tiempo Francia amenaza con anexionarse Mónaco. Grace, desolada, se ve obligada a elegir entre la llama creativa que aún arde dentro de ella y su papel como su alteza serenísima, la princesa de Mónaco.

No conviene ver: Difícil terreno éste de las biografías, sobre todo cuando se trata de plasmar las vidas de personas que, por el motivo que fuera, han vivido expuestas a los medios. En el caso de Grace Kelly conocemos su historia de manera que asistimos a toda la preparación que tuvo que soportar la actriz para convertirse en princesa sujeta al protocolo con la sensación de “esto ya lo sabemos”. "Grace de Mónaco" es un biopic al uso, clásico y formalmente básico, en los que Nicole Kidman, actriz de serenísima belleza cuyos primerísimos planos son el permanente recuerdo de que esta no es la historia de un principado, sino de su princesa viviendo su particular drama a través de sus ojos vidriosos e infelices. Las historias paralelas, como la trama política del enfrentamiento entre Francia y Mónaco por los impuestos fiscales, tratan de darle el marco histórico, sin embargo aportan poco a la biografía, cuando, a lo mejor, la relación de Grace y la industria del cine hubiera servido para argumentar mejor la película y eso queda resuelto a grandes trazos y rápidamente. Estamos pues ante un relato clásico, y forzado, que tiene en su plantel a su mejor baza aunque sólo Nicole logra destacar pálidamente gracias a su oficio, especialmente en los momentos que comparte con su confesor espiritual Frank Langella, ya que ni Tim Roth convence como un desgaganado y mafioso Rainiero ni es fácil recuperarse del shock de ver a Paz Vega como una desafortunada María Callas, amiga personal de Grace sufriendo las dos el tener que supeditar su talento a su vida personal. Cine de papel cuché con modelitos y peinados sobre las diatribas de una princesa que deja frío y con la sensación de estar viendo algo tan inconsistente y vacío que se queda por poco fuera de la recreación paródica, más cuando técnicamente la película luce de una manera algo pobretona, entre el telefilm y el spot publicitario, a pesar del intento de asemejarse a los tonos rosados y ocres que tenían las películas de los años en los que se ambienta la cinta.

Conviene saber: La película que inauguró Cannes 2014 es un nuevo biopic de Olivier Dahan tras el que ya hizo con Edith Piaf en “La vida en rosa” (2007).

La crítica le da un TRES