Fantasías de cine: “Yellow submarine” (1968), el viaje psicodélico de The Beatles

Querido Teo:

Aquí presento una experiencia realmente única. Quizás como película en sí no es que sea una auténtica joya; pero como testamento sobre los ideales de la época no tiene precio. El 17 de Julio de 1968 vio la luz la película "Yellow submarine", inspirada en el tema compuesto, dos años atrás, por Paul McCartney.

Más que como una película, hay que verla como un viaje mágico a través de la psicodelia propia de finales de los años 60; su música, su estética pop o la sociedad y la cultura del momento (la anglosajona, al menos). Todo ello a través de una versión animada de los integrantes del mítico grupo musical The Beatles en su momento de mayor auge.

La historia nos habla de la tierra de Pepperland, un alegre paraíso musical bajo el mar; protegida por la Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, el cual cae bajo un ataque sorpresivo por los Blue Meanies, unos seres extravagantes que odian la música en todas sus formas. Su ataque se basará en encerrar a la banda en una burbuja, paralizar a los ciudadanos y convertir todo lo que les rodea de color azul. El anciano alcalde de Pepperland, gracias a un abandonado submarino amarillo, envía al joven Fred a buscar ayuda. Tras llegar a Liverpool, persuade a Ringo, John, George y, finalmente, Paul.

Los cinco viajeros parten a Pepperland en el submarino amarillo, pasando a través de diferentes mares, donde el espectador descubrirá un mundo de fantasía que no tiene ni pies ni cabeza; y en donde vemos situaciones e imágenes realmente creativas y surrealistas. Todo ello, representado por una estética surrealista que ha pasado a la Historia; animación tradicional, figuras recortadas, imágenes reales mezcladas con dibujos...

Argumentalmente, la película no deja de ser bastante infantil, además de simple. Lo mismo se puede decir de sus diálogos, pero se trata de esas historias que enganchan para visionarlas a pesar de lo extraña que pueda resultar aparentemente. Tiene ideas muy curiosas, como que todos tengamos un doble en alguna parte del mundo, o la existencia de un país perfecto, donde todo es felicidad, música, y cultura... un país maravillosamente utópico. Además, a lo largo de todo el film se incorporan mensajes políticos para el que quiera verlos, e imágenes claramente inspiradas por el LSD.

Sin embargo, como todo buen cine musical que se precie, trasciende más allá de su peculiar estética, y tiene un estilo desenfadado, alegre y despreocupado. Y, por supuesto, la música es la verdadera protagonista, ya que es el hilo conductor de la historia, donde se puede disfrutar del gran repertorio de temas clásicos como All you need is love o Lucy in the sky with diamonds.

Como curiosidad, decir que los propios The Beatles no estaban muy entusiasmados en participar en una película animada cuando se les propuso la idea. Tal vez se mostraban reacios debido al fracaso de su anterior film “Magical Mistery Tour”. Aunque al oír las voces de ellos, imitadas por otros actores para la película, aceptaron hacer un cameo al final del mismo.

El submarino amarillo no envejece, posee esa virtud, un claro ejemplo de que The Beatles son eternos y geniales. Es una película extraña y arriesgada incluso ahora, ya lo fue además en su época. No hay que tratar de entenderla, simplemente dejarse llevar por las canciones. Luego, tras verla, aunque no tengas mucho en que pensar sobre la película; lo más curioso es que te embarga una agradable y extraña sensación de paz.

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Juan Israel Aldana