"Falling"

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El argumento: John Petersen vive con su novio Eric y la hija adoptiva de ambos en el sur de California. Su padre Willis un granjero tradicional y conservador de 80 años, decide viajar a Los Ángeles y quedarse en casa de John mientras busca el lugar idóneo para jubilarse. Una vez todo juntos, dos mundos muy diferentes colisionan. Willis muestra señas de estar perdiendo la cordura, y su peculiar forma de ser, tan divertida como dañina para algunos miembros de la familia, saca a relucir heridas del pasado y de años de desconfianza entre sus allegados.

Conviene ver: "Falling" es el debut como director de Viggo Mortensen en un proyecto muy personal que también escribe, produce, compone la música y protagoniza. Una cinta sobre la incomunicación entre un padre y un hijo que entre reproches y sentimientos de culpa se hacen continuamente daño en un choque de trenes representado en dos culturas y dos formas de ver la vida muy diferente. Un melodrama que se adentra en el peso del pasado a través de unos poderosos flashbacks que muestran el yugo de un padre autoritario que siempre ha sido un elemento para minar el desarrollo de la personalidad de sus hijos, algo que sigue subyaciendo cuando en la vejez, y ya con muestras de senilidad, el hijo acoge al padre en su casa en un entorno mucho más tolerante y libre que el que tuvo en su niñez lo cual hace que afloren los enfrentamientos y traumas. Una cinta nada complaciente sobre el dolor, la enfermedad, la despedida y la necesidad de perdón, así como la soledad a la que enfrentan nuestros mayores y los distintos tipos de masculinidad, que se mueve entre la dureza y la ternura con facilidad aunque no termine de explotar todos los temas que sugiere y algunos personajes queden descabalgados y como meros satélites de ese padre y ese hijo que se enfrentan a dos maneras diferentes de ver la paternidad y el propio estilo de vida entre campo y ciudad, entre tolerancia y jerarquía. El primero está encarnado por un iracundo Lance Henriksen que, a pesar de que está muy bien, se echa de menos una mayor profundidad en su personaje para entender por qué su hijo no le deja de lado definitivamente, a pesar de que todo sean piedras en el camino a través de situaciones desconcertantes e insultos. Un personaje que no puede ampararse ni en sus recuerdos y que reacciona en esa sensación de acorralamiento de manera furibunda ante en un entorno que no entiende y que sólo es calmado por lo único que comparte con su hijo, la pasión por la naturaleza. Una cinta confusa y algo desbarrada para reflejar la subjetividad de la memoria a la hora de proyectar la infancia y juventud vivida, y como eso nos marca en lo que nos convertimos, y que cuida a sus personajes pero que también queda hueca emocionalmente, es repetitiva y carga demasiado las tintas forzando el shock y el conflicto. Lo mejor es la pasión y minuciosidad del retrato psicológico, con aparición del director David Cronenberg como un doctor, y la sensación de que hay un tipo inteligente detrás, con clase y estilo, que sabe conmover sugiriendo más que mostrando y que puede construir una interesante carrera de director entre lo austero y lo sentido.

Conviene saber: Viggo Mortensen recibió el Premio Donostia del Festival de San Sebastián 2020 después de que la película cerrará el Festival de Sundance 2020 y fuera una de las cintas con el sello del Festival de Cannes 2020.

La crítica le da un SEIS