Expediente Juan Cavestany, un director atípico y necesario
Querido primo Teo:
Esta semana se estrena una de esas películas inclasificables, que no dejan indiferentes. La última película de Juan Cavestany, “Gente en sitios”, llega a la cartelera tras su paso por el Festival de Toronto, por la sección Made in Spain del 61º Festival de San Sebastián, o por el Festival de Sitges, entre otros, desde donde se ha ido generando ese boca-oído, apoyado en las redes sociales, que convierten su estreno en un evento esperado por los cinéfilos.
Pero, ¿quién es Juan Cavestany? Repasando un poco la filmografía de este atípico (dicho como algo positivo) cineasta, lo cierto es que es fácil darse cuenta que no se encasilla en un estilo o en un tipo de cine. Guionista, director, productor, montador, director de fotografía... En cualquiera de sus facetas deja muestras de su personalidad, de esa que le convierte en un cineasta total, pero es como guionista y, sobre todo, como director donde deja muestras más claras de su particular visión del cine y del hacer cine. Es, no sabemos si a su pesar, un director de culto.
Como guionista, además de los libretos de sus películas, ha escrito guiones que han dirigido otros, como la aclamada “Los lobos de Washington”, “Guerreros”, “Salir pitando” o el de la obra de Animalario (editada en DVD) “Alejandro y Ana. Lo que España no pudo ver del banquete de la boda de la hija del presidente”; para televisión, ha participado en la realización de los guiones de “Dime que me quieres” o la miniserie “El caso Wanninkhof”. Títulos variados que demuestran que Cavestany se siente cómodo en cualquier ámbito y en cualquier registro. Además, a lo largo de los años, Cavestany ha ido forjando una sólida relación creativa con la gente de Animalario (Andrés Lima, Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Javier Gutiérrez, Ernesto Alterio o Roberto Álamo), con colaboraciones de los miembros del grupo en sus películas, y con Cavestany escribiendo los guiones de obras como “Tren de mercancías huyendo hacia el Oeste”, “Pornografía barata”, “Urtain” o la misma “Alejandro y Ana”.
Pero es en su faceta como director en la que reclama su espacio propio, llevando a cabo películas con apenas presupuesto, rodadas en muchas ocasiones cámara en mano, en las que los actores y el guion son lo más importante.
Gente en sitios (2013)
Está llamada a ser una de las películas españolas del año, por tratarse de una propuesta arriesgada, diferente, con un reparto en el que está “todo el mundo” y sobre todo, por plasmar una vez más esa personalísima forma de entender el cine de su director. La película será, para los que ya conocen las obras anteriores de Cavestany, un nuevo ejercicio radical de cine, apoyado en esa sucesión de microcuentos. Habrá quien les llamará gags, pero hay una intrahistoria en cada uno de ellos que van más allá del chiste.
Cuentos en los que la vida de cada uno de sus protagonistas nos hace las veces de espejo en los que podemos identificar aspectos de cada uno de nosotros, algo que puede transformarse desde lo más cotidiano a lo más increíble en el espacio de segundos. De hecho, funciona la película en ambas direcciones: Como metáfora de lo habitual, en la que cada uno de los espectadores se verá reflejado en algún momento y en algún personaje; y como la exageración hasta entrar en lo cómico de una realidad llevada al límite.
Sea como sea, esa sucesión de gentes, sitios y circunstancias es presentada por una celebrada reunión de actores y actrices españoles. Son los rostros de un magnífico elenco que, independientemente de su texto o de la duración de su tiempo en pantalla, se agradece su participación en la cinta: Ernesto Alterio, Raúl Arévalo, Luis Bermejo, Santiago Segura, José Ángel Egido, Eduard Fernández, Antonio de la Torre (en la que es su cuarta película en cartel este año), Irene Escolar, Carlos Areces, Adriana Ugarte, Roberto Álamo o Maribel Verdú (¡entre otros!).
Para los que lleguen por primera vez al cine de Cavestany, abróchense los cinturones y déjense llevar. Solo hace falta llevar a la sala ganas de ver algo diferente y la mente abierta. El resultado será un buen rato de cine en sitios, con gente, mucha gente, que nos servirá para conocer su obra y descubrir a este director, quién con una cámara, ingenio y un magnífico uso de los diálogos nos da una ración de cine
Sus anteriores largometrajes
El señor (2012)
Definida como “la primera no-película para ver en no-cines” (Luís Martínez, El Mundo), “El señor” es la deconstrucción de la vida normal de un hombre normal, desde una óptica totalmente surrealista e incluso enfermiza. “El señor”, al que da vida Luis Bermejo, podría ser nuestro vecino, o esa persona con la que nos cruzamos al comprar el pan... pero lo que le ocurre, o lo que provoca es tan disparatado en su abstracción de la realidad, que es espectador asiste boquiabierto e incrédulo al desarrollo de la historia.
El señor from Dispongo de barcos on Vimeo.
El señor 2.0 from Dispongo de barcos on Vimeo.
Dispongo de barcos (2010)
El de la corbata (Antonio de la Torre), el de la peluca (Roberto Álamo), el del bigote (Diego París) y el del maletín (Andrés Lima) deambulan por una ciudad, oyendo voces. Se reúnen, o creen que se reúnen, o nos parece que se reúnen, para hacer planes o algo parecido. En realidad, esos seres atípicos deambulan intentando recuperar los vínculos que les han unido. Seres desubicados que van hilvanando unos diálogos magistrales y unas situaciones inverosímiles. Es quizás con esta obra con la que la ruptura entre el cine de Cavestany y los convencionalismos actuales se convierte en un protagonista más de la cinta.
Gente de mala calidad (2008)
Alberto San Juan da vida a Manuel, un ex gigoló de medio pelo que regresa a casa dispuesto a retomar su vida. Allí se reencuentra con su ex novia (Maribel Verdú), su familia y todo su círculo de amistades y relaciones de antaño. Los reproches, las mentiras y demás ingredientes vitales de “mala calidad” no logran vencer a Manuel, que se enfrentará a ello recibiendo una lección de honestidad. El drama personal de quien no encuentra su sitio va unido, en esta ocasión, a un drama social (un brutal incendio), y este último será la pieza que ayude a desenmascarar las mentiras y demás miserias de sus protagonistas.
El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (2004)
Conocida como la “Movida en el Roxbury” española, retrata la patética historia de Pocholo (Javier Gutiérrez) y Borjamari (Santiago Segura), dos hermanos anclados en los ochenta, que no han salido de ese mundo ideal de la muerte en el que son “lo más” en el que lo único que perturba, o sea, su idilio vital es su enfrentamiento con su primo Pelayo (Guillermo Toledo).
En resumen, para disfrutar de las películas de Juan Cavestany sólo se requieren dos cosas, sentido del humor y la mente abierta, dispuesta a embarcarse en un viaje a lo abstracto, a lo absurdo y al humor del día a día, de lo cotidiano. Todo lo demás nos lo dan sus películas. Porque antes, todo esto era campo.
Tu prima.
Rodasons