El showman Sacha Baron Cohen
Querido Teo:
Sacha Baron Cohen estrena este viernes su nueva cinta, "El dictador". Un nuevo show en el que el británico demuestra ser todo un as de la promoción, aunque a veces algo cansino. El cómico sigue explotando los personajes que creara a finales de los 90 en Reino Unido. Ahora se mete en la piel del dictador Aladeen en la que es la tercera colaboración entre él y Larry Charles que, tras "Borat" y "Brüno", han creado un conjunto de películas que juegan con la estética documental y que apuestan por un humor irreverente y polémico.
En el programa de televisión “The eleven o´clock show” vimos por primera vez a Baron Cohen caracterizado como Ali G. Era 1998 y dos años después tendría su propio show llamado “El show de Ali G”. Allí pretendió demostrar su versatilidad creando a los personajes de Borat (un periodista kazajo) y Brüno (un austriaco homosexual apasionado de la moda y con ademanes nazis). La crítica y el público apoyó entusiasmadamente su espacio televisivo y, tras ganar la serie dos premios Bafta, saltó a la televisión USA en 2003 de la mano de HBO consiguiendo cuatro candidaturas a los premios Emmy. En 2002 había saltado ya al cine con la película “Ali G anda suelto”.
En 2006 presentaba la inclasificable “Borat”, una esperpéntica e inclasificable cita en la que cedía todo el protagonismo al personaje de ese periodista misógino y excéntrico que viaja por USA para comprender la cultura y las costumbres de aquel país. Una cinta refrescante, y muy original en su momento instaurando la moda del falso documental, que consiguió un gran éxito y que puso a Baron Cohen en lo más alto ganando incluso un Globo de Oro en 2007. La canción de la película, la exhibicionista pelea en el hotel, el encuentro con Pamela Anderson y, sobre todo, ese bañador verde son ya imágenes icónicas de una propuesta que dejaba la duda de cuanto había de verdad y de mentira en las distintas reacciones de los entrevistados. Tres años después llegaría “Brüno” que, si bien tenía sus momentos, era más de lo mismo. Ni el personaje estaba tan logrado como el kazajo ni el estilo era tan rompedor. En ese corto espacio de tiempo muchas cintas ya lo habían imitado y era algo ya demasiado extendido.
Baron Cohen ha sabido venderse como nadie en territorio USA y metiéndose en la piel de sus personajes ha mutado en ellos durante la época promocional concediendo entrevistas siempre caracterizado como ellos y respondiendo preguntas en un ejercicio de interiorización casi psicótica. Desfiló como Brüno en la pasarela de Milán y en los MTV cayó del cielo vestido de ángel cayendo sobre Eminem. Con “El dictador” ha apostado fuerte dejando caer unas cenizas en la alfombra roja de los Oscar y emperrándose en acudir a la ceremonia caracterizado como Aladeen y vertiendo en la alfombra las cenizas del dictador coreano Kim Jong-Il, ha martirizado a Scorsese y se paseó por Cannes llegando en un yate y desfilando por la Croisette en dromedario.
Afortunadamente no es sólo una máquina promocional y el cómico ha prestado voz al rey Julien de la saga animada de "Madagascar", se lució con gorgoritos como el petulante Pirelli en "Sweeney Todd" y este mismo año lo hemos visto como el inspector de la estación de "La invención de Hugo". A final de año le veremos como el mesonero Thénardier de "Los miserables", un papel en el que puede lucirse a todos los niveles. Por otro lado, siempre se ha hablado de que pudiera dar vida a Freddie Mercury en el biopic del cantante de Queen pero el proyecto parece que sigue estancado. De momento, le tenemos desde esta semana en las carteleras en su nuevo show promocional.
Nacho Gonzalo (Coronado)