"El gran Gatsby"

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El argumento: En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor de su juventud.

Conviene ver: "El gran Gatsby" es una nueva adaptación del clásico de F. Scott Fitzgerald. Es la cuarta versión cinematográfica (la primera de 1926 está desaparecida) y seguramente ninguna de ha logrado coger la esencia de una novela mitificada y compleja. Ni siquiera la de Jack Clayton de 1974 que sirve como referencia y que cuenta con Robert Redford y Mia Farrow de protagonistas. Baz Luhrmann ofrece todo un exceso pirotécnico para mostrar el lujo y el oropel de esos locos años 20 a través de la figura de un vividor fiestero, ambicioso y hedonista. Si no te gusta el estilo de Luhrmann, el director de “Romeo + Julieta” o “Moulin Rouge”, tampoco te convencerá una adaptación en el que la forma prevalece sobre lo contenido con un estilo que llega a ser excesivo y que entorpece el desarrollo de la historia corriendo el gran riesgo de patinar al no ser una historia original sino tan conocida lo que es un muro para entrar de lleno en el universo propio del director. Un envoltorio preciosista y ampuloso (el diseño de producción y vestuario contribuye a ello sobre todo en las escenas de las juergas fiesteras con serpentina, lentejuelas y champagne Moët & Chandon) que eclipsa y deja sin alma a sus personajes no permitiendo que el espectador conecte con ellos. La presentación de Gatsby es ridícula. Leonardo DiCaprio no está mal, aunque le vemos más a él que a su personaje sin llegar al magnetismo necesario estando poco más que correcto, mientras que Carey Mulligan hace lo que puede como Daisy y queda también por debajo de sus posibilidades. El peor del trío es Tobey Maguire, soso y anodino al que parece que le falte un aire como narrador y uno de los vértices de la trama. Un personaje necesario en la novela pero aquí es bastante prescindible por su actitud pasiva. Los mejores acaban siendo Joel Edgerton y Elizabeth Debicki, aunque sus personajes no dejan de ser anecdóticos. No se ve el aire íntimo, melancólico y de hondura de la novela protagonizada por Gatsby, ni tampoco lo más importante de la obra que es el declive del sueño americano ya que le ha podido más a Luhrmann el ego de imponer su estilo siendo Gatsby una mera excusa para explayarse en lo que le gusta. La frivolidad gana ante una fascinación visual que no evita que el conjunto quede frío. Una historia romántica (con un trío bastante obvio y esquemático) que parece concebida para las nuevas generaciones dándole un ritmo frenético y de estética publicitaria que da una vuelta al clásico de una manera excesivamente barroca con movimientos de cámara y travellings hiperbólicos, música anacrónica, abandonando el jazz de esos años, y una estética muy trash que bordea permanentemente el videoclip musical e, incluso, la parodia. Una cinta muy Luhrmann, para bien y para mal, ya que si bien es una de esas películas que bien valen una entrada de cine por la experiencia sensorial que proponen, también es una gran decepción para aquellos que esperaban uno de los grandes títulos del año.

Conviene saber: “El gran Gatsby” ha inaugurado el Festival de Cannes 2013.

La crítica le da un SEIS